Ricardo Ortega
La planta del girasol se desarrolla de forma adecuada a estas alturas del año, aunque en algunas parcelas la nascencia no ha sido todo lo uniforme que debiera. Cuando la planta nacía ha habido problemas de rosquilla en algunas zonas productoras, así como ataques de conejos.
“Incluso a la planta le ha costado desarrollarse por falta de temperatura, aunque en las últimas semanas el cultivo va recuperando y se va poniendo en consonancia con su ciclo”, apunta César Álvarez, de Oleokelsa.
Aunque es pronto para anticipar cómo será el año, por el momento la planta dispone de bodega: ha llovido cada pocas semanas y no se han producido los golpes de calor del año pasado, “de modo que podemos decir que la planta no padece las carencias de 2023”, como subraya el responsable de Oleokelsa.
El agricultor sigue con un ojo en el cultivo y otro en la evolución de los mercados. Esta semana la pipa cotizaba en Sevilla a 415 euros la tonelada de linoleico, mientras el alto oleico tenía establecido un precio de referencia de 430 euros.
“En París ha bajado en una semana de 450 a 440 euros por tonelada, como consecuencia de las importaciones”, lamenta César Álvarez.