El precio diario del mercado mayorista español ha cerrado enero en 96,69 euros por megavatio hora. Baja un 7,9% respecto a diciembre (111,54 euros por megavatio hora), pero es un notable 30,9% más elevado que hace un año (74,10 euros por megavatio hora), según indica Grupo ASE.

Este mes se ha producido una elevada volatilidad en los precios, con máximos de 225 euros por megavatio hora y mínimos de cero, debido a las cambiantes condiciones climatológicas, según explican los analistas de Grupo ASE.
Durante la segunda y tercera semana, en las que predominó una situación anticiclónica y de bajas temperaturas, los precios de la electricidad se dispararon por encima de los 100 euros por megavatio hora, a niveles que no se veían desde la crisis energética de 2022 y 2023.
Sin embargo, en la última semana entraron tres borrascas sucesivas, que favorecieron una alta generación eólica y hundieron los precios por debajo de los 50 euros por megavatio hora.
Como ya ha ocurrido en enero, los analistas de Grupo ASE avisan de que la combinación de altos precios del gas con momentos de elevada generación renovable seguirá provocando fuertes oscilaciones en el precio durante los próximos meses.
España, el precio más bajo entre las grandes economías europeas
Las bajas temperaturas registradas en el continente europeo han elevado la demanda de electricidad y, a su vez, la necesidad de generar electricidad con gas y carbón, que suben el rango de precios. En Alemania, el carbón ha representado más del 22% de su mix energético. Por su parte, las plantas de gas han generado casi el 40% de la electricidad en Reino Unido e Italia.
Por debajo de los 100 euros por megavatio hora, España ha registrado el precio más bajo entre las grandes economías, gracias al incremento de la generación eólica. Ni siquiera la elevada producción nuclear en Francia (un 8% superior al del año pasado) ha sido suficiente para satisfacer el incremento de la demanda por las bajas temperaturas. Su precio se elevó hasta los 102,27 euros por megavatio hora. El más alto lo ha sufrido el Reino Unido, afectado por severas heladas.
Crece la generación con tecnologías “baratas”, pero no evitan un precio “caro”
La generación eólica de este mes ha sido de 7.520 gigavatios-hora. Esa cifra está un 14% por encima de su promedio para un mes de enero y también es el tercer dato más alto desde que hay registros. La fotovoltaica también ha experimentado un importante aumento del 19,6%, gracias a que ha crecido su potencia instalada respecto a hace un año. Y, además, el parque nuclear ha trabajado a plena carga.
Por tanto, este mes se han dado unas condiciones óptimas para las tecnologías que tienen un coste de oportunidad de producción muy bajo y que suelen ofertar a “cero”. De hecho, la eólica, la solar y la nuclear han sumado más del 65% del mix y han reducido la aportación de los ciclos combinados de gas.
Sin embargo, esta mayor aportación de las energías “baratas” al mix no ha sido suficiente para conseguir que el precio de la electricidad fuera más contenido. Atendiendo a sus rangos históricos, con un precio final de 96,69 euros por megavatio hora, los analistas de Grupo ASE califican este inicio de año como muy “caro”.

El precio del gas ha subido un 61,7% en el último año
El factor clave para entender el impulso y la volatilidad de los precios es el mercado del gas. Los costes de generación de los ciclos combinados se han incrementado de forma extraordinaria por el encarecimiento de su materia prima (gas). Este mes, la cotización del gas en el mercado de referencia europeo, el TTF holandés, ha promediado 48,49 euros por megavatio hora, un 61,7% más que hace un año.
Las reservas de gas caen hasta el 53% y elevan la tensión de cara a 2025
El frío ha impulsado la demanda de gas para calefacción y para generar electricidad, lo que ha incrementado la necesidad de inyectar más gas desde las reservas. De esta forma, las existencias europeas han caído hasta el 53% de su capacidad a 31 de enero. Están 18 puntos por debajo de su nivel hace un año.
Según las estimaciones, las reservas podrían cerrar febrero al 40%, lo que supondría 22 puntos menos que el año pasado (62%). Como la Comisión Europea obliga a todos los países de la UE a que sus reservas estén al 90% antes del 1 de noviembre, esto implica que el esfuerzo a realizar durante la primavera y el verano será superior al del año pasado.