Natalia Lozano
El relevo generacional en el campo sigue siendo una asignatura pendiente. “Ponen muchas trabas para ser agricultor, si no tienes una pequeña ayuda familiar, es imposible hacerte con explotaciones propias”, lamenta Leticia Sainz, joven agricultora.
Leticia siempre tuvo claro que quería continuar con su tradición familiar. Esto, indica, es una facilidad para quienes quieren trabajar en el campo, porque «empezar de cero es muy difícil». «No sale rentable porque el coste de producción cada vez es más alto, el gasoil, los fertilizantes, los herbicidas y la maquinaria son carísimos”.
El Diagnóstico de la Juventud Agraria, elaborado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, muestra la escasa presencia de jóvenes al frente de las explotaciones agrarias en Castilla y León. Tan solo el 8,8% de los casi 6.000 titulares que ejercen como jefes en el sector primario en la comunidad tiene menos de 41 años. Esta cifra es similar a la media nacional, lo que evidencia que el relevo generacional sigue siendo uno de los mayores retos del sector agrario español.
El tema burocrático “es horrible, cada vez piden más documentación y más requisitos que hacen que todo sea más complicado. En mi caso, mi familia ya tenía parcelas y las he ido aumentando. Esto me ha facilitado el poder ir creciendo”, asegura la agricultora.
Ayudas para el relevo generacional
En este contexto, la Junta de Castilla y León ha aprobado unas ayudas que permitirán el relevo efectivo de explotaciones en manos de agricultores en edad de jubilación o con incapacidad permanente, a favor de nuevos titulares más jóvenes, con una inversión de 4,9 millones. “Es verdad que las ayudas y subvenciones hacen un poco más fácil la labor, pero queda mucho camino por recorrer”, lamenta Leticia.
La Junta destaca que estas actuaciones están alineadas hacia un medio rural vivo, profesionalizado y competitivo, apostando por la formación, la innovación y la digitalización como ejes para atraer a las nuevas generaciones al sector agrario. El 20% de los 75 expedientes de estas ayudas corresponde a la provincia de León, ya que, de los 15 expedientes, todos se han tramitado.
En cuanto al número de jóvenes que son jefes de explotación, Castilla y León ocupa el tercer lugar de España, con un total de 5.963, de los que 4.937 son hombres y 1.026 son mujeres. “Es verdad que hay pocas mujeres, pero cada vez se ven más y con mucha ilusión y muy preparadas”, asegura la joven. No obstante, los jóvenes propietarios del sector primario en Castilla y León sí destacan por el tamaño de sus explotaciones. Lideran la tabla nacional con más del doble de la media del país con 95,1 hectáreas de superficie agrícola utilizada. “En mi caso llevo unas 400 hectáreas que hemos ido aumentando poco a poco”. En estas parcelas Leticia tiene sembrado trigo, remolacha, cebada, avena y bezas. Los cereales, las oleaginosas y las leguminosas son los elegidos por el 46,3 por ciento de los productores menores de 41 años, lo que sitúa a la Comunidad a la cabeza nacional.
Trabajar a contracorriente
A pesar del aumento de las ayudas, la falta de interés de las nuevas generaciones en la agricultura continua muy presente. “Pasamos muchas horas solos en el campo, y dependemos de factores, como el clima, que hacen que tu trabajo se complique sin poder hacer nada”. La joven agricultora reconoce a Revista Campo que lleva varias campañas “muy malas, casi trabajando a pérdidas”, por suerte, este año parece que la cosecha ha ido mejor y “nos ha dado una tregua”. El esfuerzo, las horas de trabajo y la constancia no siempre son sinónimo de éxito, “aunque yo me monto en mi tractor todos los días con ilusión de poder hacer lo que me gusta”, indica emocionada Leticia.
En cuanto al tema de maquinaria, la joven también ha ido creciendo, aunque asegura que “no ha sido nada fácil”. «Los precios cada vez están más altos, comprarte un tractor ahora es más caro que comprarte una casa”, afirma.
