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El acuerdo comercial entre EEUU y la UE amenaza las exportaciones españolas

El pacto, que supondrá la imposición de un arancel general del 15% a la mayoría de las exportaciones de la UE hacia EEUU, representa un desafío significativo para muchos productores europeos, a pesar de algunas exenciones clave

El reciente acuerdo arancelario entre Estados Unidos y la Unión Europea ha generado un mosaico de reacciones en el sector agrario de ambos lados del Atlántico, con luces y sombras que prometen reconfigurar el panorama comercial de los próximos años. Si bien se ha evitado la amenaza de aranceles aún más elevados, que habrían sido catastróficos, la imposición de un arancel general del 15% a la mayoría de las exportaciones de la UE hacia EEUU representa un desafío significativo para muchos productores europeos, a pesar de algunas exenciones clave.

Se ha logrado esquivar un arancel del 30% que habría hundido gran parte de las exportaciones. Sin embargo, el 15% no es inocuo. La Comisión Europea estima un ahorro de 5.000 millones de euros anuales en aranceles para importadores y consumidores europeos, pero la realidad para muchos exportadores será un incremento directo de sus costes y una pérdida de competitividad.

¿Cómo afectarán estos aranceles al sector agrícola español?

EEUU es el principal mercado para la industria española de alimentación y bebidas fuera de la UE, con 3.365 millones de euros en 2024. De hecho, este país tiene una cuota del 14,3% de todas las exportaciones agroalimentarias españolas, según datos del Ministerio de Agricultura.

Un aumento de los aranceles o impuestos a la importación sobre los productos europeos implicaría que los vendedores en EEUU tendrán que aumentar los precios finales para los consumidores, lo que lleva consigo la posibilidad de perder cuota de mercado o asumir el coste añadido en términos de menores beneficios.

El impacto del acuerdo no será uniforme y variará significativamente entre los distintos subsectores y países de la UE.

Por ejemplo, en el caso del aceite de oliva, EEUU se ve obligado a importar una gran cantidad de este producto ya que tan solo produce 15.000 toneladas de las 430.000 toneladas que se consumen en el país. España, el principal productor mundial de aceite, su principal exportador y le surte con 300.000 toneladas.

En esta campaña la caída de los precios del aceite puede jugar a favor de los exportadores españoles. De tal forma que permitirá repercutir el arancel sin que el precio de venta final se dispare.

Por su parte, el sector vitivinícola también representa un papel relevante en las exportaciones españolas, con una facturación de 335 millones de euros según los últimos datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación en 2024.

El vino hasta ahora apenas arrastraba barreras comerciales. Una botella de vino pagaba 6,3 céntimos de dólar de arancel antes del 10% aplicado en abril. Ahora salta de nuevo hasta el 15%. El Comité Europeo de Empresas del Vino (CEEV) calcula un impacto del 10% en las ventas de este producto a EEUU.

Francia e Italia son los principales exportadores mundiales de vino a EEUU, con España en cuarto lugar con unos 390 millones de euros anuales en ventas. Países competidores como Nueva Zelanda, Argentina o Australia siguen, de momento, con un arancel del 10%.

Más de 18.000 empresas exportadoras

La Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebidas (FIAB) considera injusto y desequilibrado el acuerdo arancelario alcanzado por la Unión Europea y Estados Unidos. “Es mejor un acuerdo que una guerra comercial abierta, pero no nos resignamos a que las exportaciones de nuestros productos a Estados Unidos estén penalizadas con un arancel del 15%. Es una imposición de Estados Unidos que rompe con el equilibrio del libre comercio”, afirma Ignacio Silva, presidente de FIAB.

Durante el primer cuatrimestre de 2025, las exportaciones del sector a Estados Unidos, que cuenta con más de 18.000 empresas exportadoras, han decrecido un -3,7 %, tras el notable repunte del 22,6 % registrado en 2024. Esta caída responde en gran parte a la incertidumbre derivada del anuncio de estas nuevas medidas arancelarias.

FIAB insiste en que Estados Unidos es un mercado que no es sustituible para el sector español de alimentación y bebidas.  Se trata del primer mercado extracomunitario del sector y el cuarto en términos globales, con más de 3.300 millones de euros exportados en 2024 y 770.000 toneladas enviadas. “Representa el 6,6 % del valor total de nuestras exportaciones y cerca del 4 % del volumen”, indican desde FIAB.

También existe preocupación por la exportación de frutas y hortalizas españolas a Estados Unidos. Estas exportaciones suponen el 0,2% del total. Entre las empresas que venden en este mercado hay especial preocupación en el sector del ajo, puesto que es el producto más vendido, dentro del sector de frutas y hortalizas frescas, con 3.248 toneladas en el periodo de enero a mayo de 2025. Esto supone casi el 70% de toda la exportación española en este periodo, situada en 4.724 toneladas. Según datos de la Federación Española de Productores exportadores de frutas, hortalizas, flores y plantas (FEPEX), la exportación de ajo se situó en 15 millones de euros, el 75% del total exportado por España en este periodo, situado en 19,6 millones de euros.

Una de las pocas notas positivas para el sector agrario europeo es el anuncio de un «arancel cero» para ciertos productos como los frutos secos, langostas, pescados procesados y crudos, quesos, otros productos lácteos y alimentos para mascotas. Esto podría generar nuevas oportunidades y diversificar destinos para estas industrias. La industria láctea, en particular, podría ver un aumento en las exportaciones de leche en polvo y quesos.

Desequilibrio y adaptación

La sensación general, especialmente en la Unión Europea, es que el acuerdo es «asimétrico» y «desequilibrado», con la UE asumiendo una mayor carga arancelaria. Sectores empresariales y asociaciones agrarias lamentan la falta de medidas compensatorias por parte de la UE y la ausencia de activación del mecanismo anti-coacción.

Para los autónomos y pymes exportadores, el nuevo escenario exigirá una rápida adaptación. La Cámara de Comercio de España estima una caída media del 10,1% en las exportaciones españolas a EE. UU., equivalente a 1.841 millones de euros menos. Esta cifra, aunque limitada en términos macroeconómicos, será significativa para ciertos sectores concretos.

Este acuerdo, si bien evita una escalada aún mayor, no resuelve las tensiones comerciales subyacentes. Por el momento, la incertidumbre sobre la evolución de las variables comerciales sigue siendo alta. Se espera que las negociaciones y el seguimiento continúen para ajustar y, si es posible, mejorar las condiciones para los productos agrícolas europeos. El sector agrario, una vez más, se encuentra en la encrucijada de la geopolítica y la economía global, obligado a adaptarse a un entorno cada vez más volátil y complejo.

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