Natalia Lozano
El cultivo de plantas hidropónicas es cada vez más popular en la agricultura, este método agrícola caracterizado por un uso más eficiente de recursos está ganando popularidad principalmente por sus numerosas ventajas. La hidroponía se caracteriza por no utilizar el suelo, las plantas se desarrollan directamente en el agua, obteniendo de ella todo lo que necesitan para crecer. Es decir, en vez de sembrar hectáreas y estar pendientes del clima se cultiva en invernaderos, principalmente, con luz artificial y agua reutilizada. La hidroponía representa el presente de la agricultura sostenible, optimizando recursos y reduciendo el impacto ambiental.
A diferencia de la agricultura convencional, optimiza el agua y minimiza el uso de materias activas. Además, al no utilizar maquinaria pesada para su labranza contribuye a disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero. Hay quiénes se refieren a él como una de las formas de cultivo “ya no del futuro sino del presente”, señala Antonio Oliva director técnico de I+D de New Growing System.
Ventajas y características de la hidroponía
Una de las principales características de este método de producción agrícola, que se caracteriza por cultivar sin suelo, es la administración de agua de una forma más eficiente. Todo lo que necesita la planta para su desarrollo se aplica mediante sistemas de riego. “En zonas donde escasea el agua este método es perfecto. Se consigue la máxima producción ahorrando la cantidad de agua, porque el agua que no necesita la planta vuelve al depósito. Estamos hablando de entre un 40-50% de ahorro”, indica Oliva.

En cuanto a la sanidad vegetal Oliva asegura que son cultivos sanos, al no cultivar en el suelo es más fácil controlar enfermedades y plagas. “Lo que le transmitimos al agricultor es que no va a tener falta de agua, ni problemas de materias orgánicas”.
Este método se adapta a todo tipo de espacios, son perfectos para optimizar espacios de cultivo pequeños. “Tanto en invernaderos como en el campo el método funciona muy bien porque permite tener una mayor cantidad de plantas por superficie, en comparación con otros métodos tradicionales, estaríamos hablando de duplicar la producción”. La técnica para el manejo de cultivo es sencilla, aunque cuenta con una inversión al inicio de la incorporación del método. “Es un gasto en innovación y desarrollo, en otros países donde hay más ayudas para I+D es una técnica que se está implantando mucho, aquí en España va más lento”, señala el director técnico.

¿Qué se puede cultivar en hidroponía?
Prácticamente cualquier tipo de planta, hortalizas, verduras y fruta. “Ahora estamos con proyectos también de patata, uva de mesa y algodón, que son cultivos menos habituales para este método”, indica Oliva.

Es una forma de cultivar cultivos tradicionales, pero con costes de producción más bajos y con una productividad mayor. “Se producen alimentos con calidad y el tipo de producción es un plus. Hay que fomentar ser sostenible que es lo que cada vez nos demandan más”, asegura Oliva.

Además, nos habla de otro cultivo poco común con es la pitaya. “El sistema hidropónico recirculante para pitaya ha permitido no sólo la recolección de fruta el primer el año, algo impensable en el sistema tradicional de suelo, sino también duplicar las producciones en los años posteriores. Además, el empleo de las variedades autopolinizantes de NGS ha permitido la drástica reducción de la mano de obra necesaria en la instalación”, señala.
Este método es una respuesta práctica y eficiente a los desafíos actuales de la agricultura, proporcionando soluciones viables y eficientes para la producción de cultivos.
Autonomía del cultivo
Esta técnica reduce la necesidad de trabajadores para realizar tareas como la siembra, el riego y la cosecha. Antonio Oliva, comenta como trabajan desde New Growing System. “Nosotros damos servicio completo al agricultor, tanto de montaje de invernadero como del sistema hidropónico”. También utilizan “diferentes modelos de producción” en función de las necesidades del agricultor. “Con la finalidad de compensar la mano de obra tenemos métodos que funcionan de manera autónoma. Por lo tanto, se puede automatizar el proceso o no, dependiendo de lo que el agricultor quiera encargarse de su cultivo, pero siempre manteniendo la máxima producción para que se dé una alta rentabilidad”, señala Oliva.







