Alfonso Palomo
El mundo cambia a toda velocidad y el análisis de los mercados debe dejar en segundo plano cuestiones que antes eran de la máxima importancia, como las producciones, los stocks, los consumos o la previsión meteorológica; hoy la clave reside en la geopolítica, en los grandes acuerdos adoptados entre bloques, como el que se anunciaba recientemente entre China y EEUU.
En las últimas semanas los precios internacionales han subido por diferentes factores, pero sobre todo por ese acuerdo alcanzado entre las dos potencias, que incluye -entre otros capítulos- la compra de soja norteamericana por parte del gigante asiático.
Es así como se explica que hayan subido los mercados de futuros en EEUU, aunque en Europa el parisino Matif, referente para los mercados del viejo continente, no haya registrado alteraciones importantes.
Mientras tanto, las subidas experimentadas en las lonjas españolas obedecen a la retención de producto por parte de los agricultores, pero también a los problemas logísticos, que siguen siendo muy importantes y que incrementan los costes de forma severa. En cualquier caso, la realidad es que no se esperan grandes subidas y que los precios siguen siendo bajos para el agricultor.
El precio del fertilizante
Otra mala noticia para el productor es el elevado precio de los nitrogenados, que se espera aún mayor cuando comience 2026 como consecuencia de la nueva tasa anunciada por Bruselas para los fabricantes de fertilizantes, que repercutirán ese sobrecoste en el precio pagado por el agricultor.
Se acumulan los obstáculos y ya se ha hecho evidente que apostar por el cereal está dejando de ser rentable para el productor, como demuestra la sustitución de los cultivos herbáceos por los leñosos en grandes áreas de España.
No dejar de lado al sector productor
Haría falta que desde el ámbito político se reconociera el papel del sector primario, que no se dejara de lado como hasta ahora. Especialmente en relación con sectores estratégicos, como el de los cultivos herbáceos.
Sería necesario que el productor tuviera acceso a ayudas adicionales a las que recibe en el marco de la PAC, como sucede en otros países, aunque ya sabemos que el campo no se encuentra entre las prioridades presupuestarias de los responsables actuales.
A medio plazo
¿Qué sucederá a medio plazo? Desde una visión global, cabe esperar que a comienzos de 2026 los mercados sigan bajos porque el último informe del Departamento de Agricultura de EEUU (USDA) refleja la existencia de grandes stocks de cereal en el mundo, además de unas previsiones muy optimistas en cuanto a la cosecha de maíz.
El documento muestra un escenario de suministros globales al alza en trigo, maíz y algodón, mientras que el arroz y las oleaginosas afrontan recortes de producción tanto en EEUU como en varios países clave.
Mientras tanto, seguiremos con atención los próximos movimientos en el tablero de la geopolítica.
