Convocados bajo el paraguas de la COPA y la COGECA, que agrupan a los profesionales y cooperativas del sector en la UE, miles de agricultores y ganaderos se han manifestado este jueves por las calles de Bruselas, sede de las principales instituciones comunitarias.
La movilización es histórica gracias a que por primera vez están presentes representantes de todos los países miembros, posición común que fortalece el mensaje que se quiere transmitir a las instituciones comunitarias: basta de decisiones alejadas de la realidad agraria cuando están en juego la agricultura, la ganadería y la seguridad alimentaria europeas.
Para los convocantes, es más que nunca necesaria una PAC con presupuesto propio y potente (se está hablando de una reducción del 22% en los fondos con respecto a la actual), que siga estructurada en dos pilares (la unión de las ayudas directas con los programas de desarrollo rural supone un riesgo para los ingresos agrarios), y con carácter común en sus planteamientos para el conjunto de la UE, no con políticas según cada país, que conducirían a una desleal competencia interna.
ACUERDOS COMERCIALES
Otro de los puntos importantes de la movilización es la reclamación de una política comercial justa, ante la incertidumbre que generan acuerdos como el que se plantea con Mercosur o con otros países que operan con normas de producción más laxas que las europeas.
Asimismo, se reclama una simplificación normativa real y urgente, que reduzca el marasmo burocrático.
Lo que está en juego en Bruselas es determinante para el futuro de la agricultura y ganadería de España porque «nuestras producciones mayoritarias son continentales, y necesariamente precisan de una dimensión importante para poder ser sostenibles económicamente».
SEVEROS RECORTES
«Los criterios que se barajan en la nueva PAC -añade el máximo dirigente regional de nuestra organización- supondrían aplicar una degresividad que penalizaría a los más profesionales, con recortes que se situarían entre 6.000 y 8.000 euros para una explotación tipo de cereal».
En unos momentos en los que está amenazada la rentabilidad de la agricultura, tanto de secano como de regadío -con márgenes mínimos o directamente rebasados por los costes de producción- cualquier ajuste en las ayudas PAC serían el estoque final que arrasaría con la agricultura española.
Las cifras calculadas desde el COPA apuntan la participación de más de diez mil profesionales del campo y de unos doscientos tractores.
