La Comisión Europea ha publicado recientemente las nuevas directrices sobre el desarrollo del Mecanismo de Ajuste de Carbono en Frontera (CBAM). El CBAM tiene como objetivo gravar las importaciones de productos con alta intensidad de carbono provenientes de terceros países, buscando evitar la fuga de emisiones y asegurar condiciones de competencia más equitativas para la producción europea. Entre los productos que serán incluidos se encuentran los fertilizantes, un insumo crucial para la agricultura, pero que ya enfrenta incrementos de precios que representan entre el 15% y el 30% de los costes de producción en muchos sistemas productivos.
La Unión de Campesinos de Castilla y León (UCCL) ha lanzado una alerta tras la reciente publicación de La Comisión Europea. Según la organización, su aplicación a los fertilizantes a partir del 1 de enero de 2026 podría suponer un nuevo aumento significativo en los costes de producción agrícola, que afectaría directamente a la viabilidad económica de varios sectores productivos.
Impacto directo en los costes de producción
Este nuevo ajuste podría traducirse en un aumento de entre 40€ y 100€ por hectárea, dependiendo del cultivo y de los niveles de fertilización utilizados, según la organización. Este aumento se sumaría a una serie de incrementos previos de los fertilizantes, que en algunos casos ya han supuesto un golpe fuerte a los márgenes de beneficio de los agricultores. Sectores como los cultivos extensivos de cereal, maíz, remolacha azucarera, forrajes y ciertas producciones hortícolas intensivas serían especialmente vulnerables, lo que comprometería aún más su viabilidad económica.
En términos más generales, advierten que el impacto global para el sector agrario podría oscilar entre los 1.500 y 6.000 millones de euros anuales, agravando aún más la difícil situación que atraviesa la agricultura debido a la elevada dependencia de fertilizantes importados y los constantes incrementos de costes.
Preocupación por la falta de claridad técnica
Además señalan que aún existen aspectos técnicos claves del mecanismo sin resolver. La organización denuncia la falta de claridad en la metodología para calcular las emisiones de carbono de los fertilizantes, el sistema de verificación y certificación de los datos de los importadores, y el precio de los certificados CBAM vinculados al mercado de carbono. Además, persiste la incertidumbre sobre la introducción de posibles medidas compensatorias para los agricultores y ganaderos, lo que genera una gran dificultad para planificar los costes de las explotaciones agrícolas.
Con el 1 de enero de 2026 a la vuelta de la esquina, la UCCL hace un llamado a la Comisión Europea para que se tomen medidas correctoras y compensatorias que garanticen una transición justa para los agricultores y ganaderos de Europa.







