No habrá tregua para los regantes con aguas subterráneas que cuentan con autorización de Minas. Aunque vayan ganando juicios para inscribir sus derechos, la presidenta de la CHD confirma que se agotará la vía judicial. “La ley así lo establece”, subraya
Cristina Danés es presidenta de la Confederación Hidrográfica del Duero desde agosto de 2018, después de haber desempeñado diferentes cargos de gestión. El pasado jueves presentó los documentos iniciales para el diseño del Plan Hidrológico, un proceso en el que trabaja sin mirar a la situación electoral en la que nos encontramos. “Mi planteamiento es que la institución siga trabajando con normalidad”, recalca.
-¿Qué balance hace de su labor al frente de la CHD?
-Hemos pretendido dar mucha transparencia al funcionamiento de la CHD. Todo lo que el usuario ha solicitado se lo hemos facilitado, dentro de nuestras posibilidades. Internamente hemos modificado la gestión, el método de trabajo, para tratar de optimizar nuestros recursos. Cuestiones que desde fuera no se perciben pero que eran muy necesarias.
-Pero el regante se desespera porque se encuentra con la CHD es muy lenta.
-Poner en marcha esos cambios está siendo un proceso muy lento y costoso. Disponemos de unos recursos humanos muy limitados, y hay que tener en cuenta que los procedimientos son largos. Trabajamos con una Ley de Aguas de 1985, a la que vamos poniendo pequeños parches. Habría que elaborar una del siglo XXI.
-Pero el regante percibe que las sanciones sí que llegan rápidamente.
-No, qué va. También se imponen después de un proceso lento. El procedimiento sancionador es lento, además, porque es muy garantista.
-¿Hasta qué punto incluye la CHD el riego entre sus prioridades?
-Lo situamos en primer lugar, porque es el principal uso del agua. Por eso tratamos al regante con especial cuidado. Otra cosa es que las cosas tarden en salir adelante, pero es por las razones mencionadas y también porque contamos con unos técnicos muy serios y muy rigurosos.
-¿Cómo ve la situación de esas aguas subterráneas?
-La veo mal, en cantidad y en calidad. Cuantitativamente hay cinco zonas en mal estado, que incluso pueden afectar a las de alrededor. Por eso hay que tener mucho cuidado con las extracciones. Por eso con las CUAS un montón de regantes tendrán un único interlocutor, que sería de gran utilidad. Y después jugar con las dotaciones que se puedan ir permitiendo.
-¿Cómo va el proceso de constitución de CUAS?
-Estamos facilitando al máximo la constitución de CUAS, dando todo tipo de facilidades, porque todo lo que sea ordenar significa optimizar. Informamos, facilitamos toda la documentación que se nos requiere… Organizar el uso de forma conjunta, como se hace en aguas superficiales, es la forma correcta de hacerlo.
-¿Pero se pueden tomar medidas para mejorar las aguas subterráneas?
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