Más de 32 comunidades de regantes de toda España, que engloban de alrededor de 650.000 hectáreas, que representan el 70% de la superficie total de regadíos con aguas subterráneas de España; administraciones públicas y confederaciones hidrográficas se han dado cita en el II Encuentro Nacional de Comunidades de Regantes con Aguas Subterráneas, organizado por la Revista Campo, con el impulso de la Diputación Provincial de Valladolid, que se ha celebrado este miércoles en el Castillo de Fuensaldaña (Valladolid).
Este segundo encuentro ha servido para revisar el Manifiesto de Valladolid, firmado en noviembre del pasado año en el I Encuentro, y buscar el apoyo y el compromiso de las administraciones públicas con el sector. Así, cuatro diputaciones provinciales y 33 ayuntamientos han firmado el escrito que recoge las principales demandas del sector.
El presidente de la Diputación de Valladolid, Conrado Íscar, ha valorado como “un honor acoger, un año más, en nuestra provincia el Encuentro Nacional de Comunidades de Usuarios de Aguas Subterráneas (CUAS)». En su discurso, destacó el papel de Valladolid como referencia nacional en el sector y la importancia estratégica de la unidad.
El presidente enfatizó que Valladolid es una referencia nacional en regadío con aguas subterráneas. En la provincia, el 70% de las tierras de regadío dependen de pozos y acuíferos, y cuentan con 37 Comunidades de Usuarios de Aguas Subterráneas (CUAS) en la cuenca del Duero, gestionando más de 80.000 hectáreas y 104 hm³ de agua.
También quiso lanzar un mensaje de apoyo a los regantes: “estamos y estaremos siempre del lado del regadío. Lo decimos con firmeza. El regadío, y especialmente el de aguas subterráneas, no es el problema, es parte de la solución para luchar contra la despoblación, garantizar la seguridad alimentaria y mantener vivo nuestro medio rural”.
Los representantes del sector han puesto de relieve la compleja situación en la que se encuentra este recurso, de cuya gestión eficiente dependen la sostenibilidad y el futuro del sector agroalimentario.
«El regadío nunca puede ser un problema, el regadío es la solución. Y este camino que debemos recorrer solo será posible si lo recorremos juntos», explicaba Máximo Gómez, director de la Revista Campo, quien tambíen destacaba la necesidad de «dejar atrás la confrontación y a abrir vías de diálogo real con las administraciones». El futuro del regadío, que aporta el 50% de la producción agrícola, “pasa necesariamente por escuchar, colaborar y actuar con responsabilidad ante el reto de la sostenibilidad hídrica”.
El apoyo de las administraciones
En el apartado de las administraciones, se ha contado con la presencia del presidente de la Diputación de Valladolid, Conrado Íscar; el vicepresidente de la Diputación de Ávila, Jesús Martín García; Dionisio García Esteban, alcalde de Chañeydiputado provincial de Segovia, y el diputado provincial y alcalde de Saldaña (Palencia), Adolfo Palacios.
También han sellado su rúbrica los representantes, alcaldes y concejales, de 34 municipios de Castilla y León y Huelva, Almonte (Huelva), Ataquines (Valladolid), Barruelo del Valle (Valladolid), Cabezas de Alambre (Ávila), Campaspero (Valladolid), Castrejón de Trabancos (Valladolid), Chañe (Segovia), Cogeces del Monte (Valladolid), Collado de Contreras (Ávila), Donjimeno (Ávila), El Carpio (Valladolid), Fresno el Viejo (Valladolid), Fresno de la Polvorosa (Zamora), La Pedraja de Portillo (Valladolid), Madrigal de las Altas Torres (Ávila), Medina del Campo (Valladolid), Nava del Rey (Valladolid), Olmedo (Valladolid), Pedrosa del Rey (Valladolid), Peleas de Abajo (Zamora), Peñafiel (Valladolid, Pollos (Valladolid), Pozal de Gallinas (Valladolid), Rueda (Valladolid), San Román de Hornija (Valladolid), Serrada (Valladolid), Siete Iglesias de Trabancos (Valladolid), Tordesillas (Valladolid), Valdestillas (Valladolid), Villanueva de Duero (Valladolid), Villarmentero de Esgueva (Valladolid), Villavellid (Valladolid) y Villaverde de Medina (Valladolid).
Asimismo, han participado representantes de la Confederaciones Hidrográficas del Júcar O.A., y del Guadalquivir.
El Manifiesto de Valladolid
El manifiesto, que busca el refrendo de las administraciones, contiene las principales reivindicaciones del sector.
- A través de este documento, se exige la elaboración de un plan estatal que defina las reglas del juego y proporcione certidumbre al sector y a los agricultores. Este plan, insisten, debe contemplar la participación activa de las CUAS.
- Además,los regantes instan a las administraciones a trabajar juntos para desarrollar estrategias que permitan la gestión sostenible del agua, proponiendo un enfoque que combine la innovación, la educación y la inversión en tecnologías.
- El sector denuncia sentirse perseguido y acusado, lamentando las sanciones desproporcionadas y arbitrarias impuestas por las confederaciones, que optan por prohibiciones en lugar de soluciones efectivas para la mejora y recuperación de los acuíferos.
- Se alerta sobre la falta de inversión y atención a la regeneración de las aguas y se considera esencial formar y aumentar el número de profesionales de la hidrogeología para una gestión adecuada de los recursos.
- Reconocimiento del regadío: se reitera la necesidad de que la cadena alimentaria y la sociedad reconozcan el valor del regadío y del agricultor, que es crucial para la producción de alimentos (aproximadamente el 50% de la producción agrícola total de España proviene de tierras de regadío) y la economía rural.
Reconocer el valor del regadío
En España, aproximadamente 3,6 millones de hectáreas están dedicadas al regadío, que representa alrededor del 20 % de las tierras agrícolas del país. Es fundamental que estemos unidos y que la cadena alimentaria reconozca el valor del regadío y del agricultor. Solo en la defensa de una gestión profesional del agua y de la agricultura podemos asegurar un presente y un futuro sostenible para nuestras comunidades y para el país en su conjunto.
En cuanto a las subterráneas, actualmente se estima que en España del orden del 20 % al 30 % del agua tiene un origen subterráneo. Según el Informe de seguimiento de los planes hidrológicos de cuenca y de los recursos hídricos en España, año 2021 (MITECO, 2022b), el volumen de agua utilizado para usos consuntivos, en 2020/21 en el conjunto de las demarcaciones españolas fue de unos 28.400 hm3. De esta cantidad, solo unos 6.600 hm3 procedían de las aguas subterráneas, representando un 23,1 %.
El regadío es crucial para la producción alimentaria, ya que aproximadamente el 50 % de la producción agrícola total de España proviene de tierras de regadío. Esto incluye frutas, verduras, hortalizas y cultivos industriales. Además, las comunidades rurales dependen del regadío no solo para la producción de alimentos, sino también para el desarrollo económico, ya que genera empleo y contribuye a la sostenibilidad de actividades agrícolas.
En este sentido, los profesionales consideran fundamental “que la cadena de valor reconozca el valor del regadío y del agricultor. Solo en la defensa de una gestión profesional del agua y de la agricultura podemos asegurar un presente y un futuro sostenible para nuestras comunidades y para el país en su conjunto”, concluyen.
Foro del regadío
Con el objetivo de garantizar la continuidad del diálogo, la unidad y el compromiso forjado en este encuentro, los participantes en el II Encuentro Nacional de CUAS han aprobado la creación del FORO DEL REGADÍO DE AGUAS SUBTERRÁNEAS. Este foro será un órgano permanente, abierto y representativo, diseñado para actuar como la voz unificada del regadío subterráneo en España. Reuniendo a Comunidades de Regantes (CUAS), ayuntamientos, diputaciones, administraciones hidráulicas, empresas y expertos, sus objetivos principales son mantener la cooperación entre las CUAS y compartir soluciones técnicas y modelos de gestión sostenible.
Además, el Foro de Regadío busca dar representación y visibilidad unificada ante gobiernos, confederaciones hidrográficas y la UE, e impulsar un Plan de Acción que desarrolle y haga realidad los principios del Manifiesto de Valladolid, consolidándose como una plataforma seria con entidad jurídica y técnica para defender el regadío subterráneo.







