El Espacio La Granja de la Diputación de Valladolid acoge el 29 de noviembre, miércoles, el tercer Congreso de Aguas Subterráneas, organizado por la revista CAMPO para analizar el momento de un sistema de riego de vital importancia para numerosas zonas productoras de Castilla y León.
Los participantes podrán hacer balance del primer año de vida de las comunidades de usuarios de aguas subterráneas (CUAS), así como el futuro de su funcionamiento. Permitirá analizar la forma en que estas comunidades trabajan en otras regiones españolas, además de estudiar la influencia del Plan Hidrológico Nacional sobre este sector del regadío.
También será una ocasión para hablar de las denominadas zonas vulnerables a la contaminación por nitratos, que hoy afectan a más de cien municipios de Castilla y León pero que en breve plazo podrían abarcar a la mayor parte de las zonas productoras.
Armando Caballero, presidente de la Asociación de Regantes de Aguas Subterráneas de Castilla y León, destaca que el agricultor “está haciendo lo que le corresponde”, que es ser eficiente en el uso del agua y ser “responsable” en el control de su concesión.
Por eso las administraciones “deben cumplir su parte” y procurar que se regularicen todo tipo de situaciones, “y que no se pongan más trabas al regante”. Por ejemplo, es urgente que se contemple como algo normal que haya regantes que se adhieran a una CUAS o que salgan de ella, “de modo que se adecúe el funcionamiento de estas entidades al día a día de la agricultura, una actividad económica que está muy viva”.
Las CUAS son una herramienta para flexibilizar el uso del agua, “como por ejemplo para poder regar en la superficie de toda nuestra explotación”. Esa flexibilidad da numerosas oportunidades en la rotación de cultivos y en fórmulas de colaboración como las cesiones temporales en las concesiones. Todo ello en beneficio de la rentabilidad de la agricultura, recuerda Caballero.
Una de las ventajas del riego con aguas subterráneas es su “localización”, ya que dentro de un pequeño radio se abarca gran parte de la explotación del agricultor, “con el consiguiente ahorro de tuberías y otros elementos de riego”.
El presidente de la Asociación de Regantes de Aguas Subterráneas se felicita por el primer año de funcionamiento de las CUAS, “una primera experiencia para todos, con un cambio real en el que el agricultor ha tenido un control absoluto de sus pozos”, sin consumir más agua de la que tiene concedida.
“La CUAS recibe del agricultor toda la información de cada contador, además de un detallado plan de cultivos, para después remitírsela a la CHD, y esa magnífica labor se ha realizado en un año con una primavera muy dura, con varios meses sin llover hasta el 26 de mayo”, recuerda.
