Las borrascas se siguen sucediendo en la península. Pasado Hipílito, es ahora Irene la que puede encharcar las tierras de cultivo y desbordar los ríos.
Aemet alerta de que en solo tres días pueden caer entre 60 y 120 litros en el sur de Ávila, sur de Salamanca y Sanabria.
En el norte de León, Palencia y Sierra de la Demanda pueden caer 40 litros por metro cuadrado, en todos los casos con importantes subidas en el cauce de los ríos.
En Castilla y León, la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) mantiene una especial vigilancia sobre los ríos de la cuenca ante el incremento de caudales registrado a consecuencia de las lluvias intensas y el deshielo, especialmente en el Sistema Central.
Las precipitaciones de las últimas horas, unidas a la subida de las temperaturas, han provocado la fusión de buena parte de las reservas de nieve que existían en las cabeceras de los ríos Eresma, Duratón y Riaza, en la provincia de Segovia.
Ante esta situación, se han superado los umbrales de aviso para las estaciones del río Eresma a su paso por Segovia y la salida del embalse de El Pontón, así como en los ríos Cambrones y Riaza, en los puntos de control de La Granja y Languilla respectivamente.
La previsión es que las crecidas generadas en estas zonas se absorban por los embalses de los ríos Riaza y Duratón sin generar mayores complicaciones, aunque habrá que extremar la precaución en el Eresma, aguas abajo de Segovia, ya que el episodio de avenidas actual se va a unir con el que va a provocar la borrasca Irene a partir de esta tarde-noche.
Un nuevo frente que barrerá la cuenca también hasta el mediodía de mañana, y que dejará precipitaciones más intensas de nuevo en las cuencas del Sistema Central: en el Águeda, Tormes, Adaja, Eresma, Duratón y Riaza, y en el Oeste: Támega y Tera, donde habrá que extremar las precauciones por la posible producción de avenidas.
La CHD, a través del Servicio Automático de Información Hidrológica y de Calidad del Agua SAIHDuero, recoge en tiempo real los datos de información hidrológica, meteorológica y de calidad del agua para gestionar el estado y comportamiento de los distintos ríos principales y afluentes que componen la cuenca hidrográfica del Duero.