El nuevo acuerdo de la UE con Gran Bretaña puede seguir comercializando patata de consumo, con certificado sanitario y demás documentación. No sucede igual con la patata de siembra. David Sánchez es gerente de Pepsur.
-¿Está el mercado acusando la evolución de la demanda consecuencia de la pandemia?
-Con la pandemia, y al tener el canal Horeca cerrado hay y ha habido muchos problemas para poder comercializar un volumen importante de variedades destinadas a este tipo de mercados. Sin embargo, el mercado del lavado es el que apenas ha sufrido cambios, con precios estables e incluso ha habido picos de falta de disponibilidad al principio de la pandemia.
-¿Cuál es el tradicional mapa de origen de las patatas de siembra en España?
-Nuestra empresa es la principal importadora de patata de siembra de Escocia para empresas de siembra y consumo a España. La mayoría de nuestras ventas está enfocada para las empresas de patata de siembra. La UE tiene reconocida a Escocia como una región de alto estatus sanitario, libre de virosis gracias a sus condiciones climáticas. Esto es lo que da un valor añadido a las empresas que nos compran.
-¿Cómo pueden afectar a este panorama las últimas novedades en política internacional, como que Gran Bretaña tenga ahora la condición de ‘tercer país’?
-Con el nuevo acuerdo Gran Bretaña puede seguir comercializando patata de consumo siguiendo las reglas de todos los países terceros, es decir con certificado sanitario y demás documentación. Sin embargo no ha ocurrido lo mismo con la patata de siembra, en la que de momento queda prohibida su importación en Europa. Esto ha sido a partir de comienzo de año.
Complica los planes a muchas empresas del sector en Europa, y a los propios agricultores de Escocia, cuyos programas de siembra se basan en el suministro de variedades exclusivamente para el mercado Europeo y no tendrán destino para ellas. Además, afectando directamente a empresas de semilla españolas que anualmente tienen un volumen reservado de este origen. A fecha de hoy la prohibición sigue en pie, aunque se está tratando de negociar para conseguir las equivalencias de la patata de siembra y que pueda levantarse esta prohibición.
-¿Hay producción de patata de siembra en la UE para suplir el posible hueco dejado por los productores de patata de siembra británicos?
-No es cuestión de suplir un hueco, es más una cuestión varietal y de categorías, puesto que en Escocia no se produce categoría A. Además muchas empresas europeas están establecidas en Escocia para garantizar un volumen de semilla base para sus programas de multiplicación.
-¿Cómo afecta el nuevo escenario al mercado de la patata en general, más allá de la patata de siembra?
-Para patata de consumo se podrá continuar tanto exportación como importación, pero al requerir documentación será más lento porque entran en juego: inspecciones, presentación de documentos, certificados fitosanitarios… y los costes extras que esto supone.