El secano encara mayo con agua y confía en un ‘cosechón’

Las lluvias del mes de abril nos han dejado imágenes de canales y ríos desbordados, con parcelas inundadas en las inmediaciones de los ríos principales. Algunas fincas, sobre todo en León, permanecen encharcadas por efecto de la lluvia y necesitan que deje de caer agua durante cerca de diez días para poder entrar.

Con todo, la agricultura como sector se encuentra ante un buen año, con un cereal que afronta el mes de mayo (el mismo que arruinó la campaña el año pasado) con una buena reserva de agua. Se prevé un rendimiento de la cebada superior en un 14% a la media de los últimos años, porcentaje que es del 4% en el caso del trigo.

El técnico de Urcacyl José María Santos señala que, pese a las parcelas encharcadas y la presencia de hongos, “estamos mejor mejor que el año pasado a estas alturas”. En su opinión, tiene que llover algo en mayo para que puedan alimentarse unas plantas “cuyas raíces apenas se han desarrollado porque no necesitaban buscar el agua”. Si volvemos a tener un mes de mayo cálido y seco, esa falta de enraizamiento causará problemas.

Al mismo tiempo, la colza nos regala estampas espectaculares en toda Castilla y León, aunque en Soria es ahora cuando empieza a florecer, y los forrajes ofrecen un panorama irregular, con varios puntos en los que veza y alfalfa han decaído después de ofrecer un buen aspecto antes de abril. Las aguas han tenido efectos muy negativos para las siembras, sobre todo en el caso de la remolacha, que podría perder supericie de cultivo, y la parte de la patata que no se ha plantado acumula ya un retraso notable.

En Zamora los efectos de las lluvias se notan sobre todo en las zonas más altas y pobres, como la comarca de Sanabria, pero las áreas cerealistas presentan buen aspecto. En Tierra de Campos “el cereal aguantaría aunque no lloviera en todo el mes de mayo”, aunque más al sur, como en la Guareña, “si aprieta el calor el cereal necesitará agua”. Así lo señala José Crespo, de Cobadú, para quien las colzas están “exageradas de buenas”, mientras las vezas “son menos sufridas y tienen peor pinta”. La alfalfa está “poco lustrosa”, tanto en secano como en regadío.

El Esgueva, desbordado

Donde la alfalfa de secano se ha desarrollado bien y presenta un buen estado es en el este de Valladolid. Honorato Calleja, de la cooperativa Valle Esgueva, señala que el río se ha desbordado en diferentes puntos (en Villanueva de los Infantes se inundó una fábrica de integración de pollos y fallecieron muchos animales) pero en general el campo presenta un aspecto muy bueno.

La patata debería estar sembrada y no se ha empezado, e incluso el girasol no se va a poder sembrar a tiempo. Los agricultores que se han arriesgado a hacer tratamientos han perjudicado el cultivo. “Que a finales de abril estemos diciendo que no queremos más agua suena contradictorio, pero es así”, apunta Calleja. En la zona han caído 400 litros por metro cuadrado hasta abril, que es lo que suele caer en todo el año.

Armando Caballero, de Cocetra, en Castrejón de Trabancos, respira aliviado después de unos años muy secos. En su área de influencia el cereal presenta un estado excelente “y podría aguantar hasta el 15 de mayo sin llover, lo que no es normal”. El resultado dependerá de que en mayo haga unas temperaturas suaves y llueva al final para dar un empujón al cultivo.
También allí la colza es el cultivo que mejor está. Las aguas tempranas le han venido bien para la floración “y ahora está espectacular”.

El agua también le vendrá bien al girasol, ya que el suelo tendrá bodega, pero aquí tampoco se ha podido entrar a a preparar el suelo. Las siembras deberían comenzar el 15 de mayo.

Donde la lluvia empieza a ser un problema es en Aguilar de Campoo. Iban Díez, de Agropal, señala que en la comarca falta por tirar nitratos y también está pendiente aplicar herbicidas, pero aún no se puede entrar en las tierras. Los agricultores necesitan que el tiempo seco que se anuncia para los próximos días se prolongue durante más de una semana. El color amarillo delata aquellas parcelas en las que no se pudo entrar a abonar y las malas hierbas, muy crecidas (sobre todo la avena loca), apuntan los lugares donde no se han hecho los tratamientos. Los hongos están presentes e irán a más en cuanto suban las temperaturas.

Más al sur, en Herrera de Pisuerga se pudo echar el nitrato en todas las fincas, aunque no se puede decir lo mismo de herbicidas y fungicidas. El cereal que presenta mejor aspecto es el que se sembró pronto, y en general tienen mejor presentación los trigos que las cebadas.

Respecto a las siembras, se retrasarán en el caso del girasol, puesto que debería hacerse en torno al 10 de mayo y por el momento ni siquiera se ha podido entrar a preparar el suelo. Para Iban, algunos agricultores se plantean ir a ciclos más cortos, aunque siempre con la mirada puesta en segar en octubre para poder poner el cereal. También aquí las vezas de secano, que tenían muy buena pinta, se han echado a perder en parte, unas veces por encharcamiento de las parcelas y otras, por hongos. Para repuntar deberían subir bastante las temperaturas, en torno a los 18 grados, lo que de momento parece poco probable. El embalse de Aguilar está por encima del 90% de su capacidad y no deja de soltar agua, y hay que tener en cuenta que bajará más agua de la montaña.

La Bureba, anegada

En la comarca burgalesa de la Bureba, Javier Álvarez, jefe del departamento técnico de Bureba Ebro, apunta que el campo está anegado, y en muchos casos sin haber podido tirar herbicida y nitrato. El agua de abril ha retrasado algo el estado fenológico de los cultivos, en parte compensado por el adelanto que traía después de un invierno sin heladas. “La cebada de primavera es la que está un poco más penalizada. En dos meses han caído más de 400 litros y ahora el cereal necesita calor y buen tiempo”, recalca.

La colza está en muy buen estado “y el girasol debería estar en plena siembra pero todavía no se ha podido entrar a preparar el suelo”. Se prevé un retraso de quince o veinte días en las siembras.

En la provincia de León el agua ha impedido terminar de cosechar el maíz, del que aún faltan 2.000 hectáreas por recoger. Luis de Juan, de LESA, señala que en el mejor de los casos se deberá esperar una semana para entrar. Queda mucho nitrato por echar y en la zona de Payuelos algunos agricultores han optado por entrar en las fincas en quad para poder abonar. La alfalfa ha crecido poco y se espera una alta producción de veza.

De Juan prevé que se siembre menos maíz en toda la provincia de León, incluido el páramo, y que suban otros cultivos, como la legumbre. Respecto a la remolacha, algunas fuentes señalan que solo se ha sembrado una tercera parte de lo esperado.

En Soria los agricultores están acelerando el trabajo para echar los últimos nitratos y herbicidas, tratando de minimizar el retraso en las labores, según Eduardo Pascual, técnico de Copiso. Las tierras ya han absorbido el agua y los trabajos se realizan sin problemas. Además, ya se está preparando el suelo para sembrar el girasol, lo que se hará en la segunda quincena de mayo. La colza también está correcta, y esta semana ha empezado a florecer. Es la última zona de Castilla y León en cubrirse de amarillo.

En la provincia de Salamanca “hay dos polos opuestos” para el técnico de Campal José Antonio Marcos: muy positivo para el secano, “con los agricultores encantados”, aunque con la mirada puesta en la aparición de hongos.Por el contrario, los agricultores de la vega están preocupados porque apenas se ha podido sembrar patata y remolacha. También el maíz tiene un retraso relevante, con lo que los profesionales están esperando a que oree para poder entrar.