El Grupo Operativo supraautonómico Innovatrigo, desarrollado en el marco del Programa Nacional de Desarrollo Rural 2014-2020 y cofinanciado por el Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (Feader) y el Fondo Español de Garantía Agraria (FEGA), ha celebrado su última jornada ‘online’ de presentación de resultados como cierre del proyecto, tras dos años de trabajo. El encuentro ha contado con más de 100 asistentes, representando a todos los miembros de la cadena de valor y de las administraciones públicas.
La bienvenida corrió a cargo de Javier Alonso, presidente de la Asociación Española de Técnicos Cerealistas (AETC), Rosa Gallardo, directora de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agronómica y de Montes (Etsiam) de la Universidad de Córdoba (UCO) e Isabel Bombal, directora general de Desarrollo Rural, Innovación y Formación Agroalimentaria del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), que destacó la importancia de los grupos operativos como una herramienta excelente para la cooperación entre el sector agroalimentario y el ámbito del conocimiento.
Además, resaltó que actualmente se están ejecutando un total de 590 grupos operativos y 429 proyectos innovadores de ámbito autonómico y supraautonómico, que se extienden hasta 2023 y suponen una inversión total de 102 millones de euros. Bombal también puso de manifiesto el trabajo desarrollado por Innovatrigo, que aúna y vertebra innovaciones para alcanzar la sostenibilidad económica, social y medioambiental a lo largo de toda la cadena de forma transversal.
El encuentro ‘online’ se inició con un vídeo resumen de presentación del proyecto y con la intervención de José María Basanta, secretario general de la AETC, que expuso los principales compromisos de Innovatrigo para la producción de trigo sostenible en España, destacando la optimización técnica del manejo del cultivo y el reparto equitativo del valor añadido entre todos los eslabones de la cadena de valor.
A continuación, Jesús A. Gil, catedrático de Ingeniería Agroforestal de la UCO y coordinador técnico de Innovatrigo, fue el encargado de presentar los resultados del proyecto, que muestran cómo las buenas prácticas agrícolas (BPA), desarrolladas por el grupo, mejoran la producción del trigo respecto a las convencionales. No solo se ha conseguido mejorar levemente la producción, que aumentó un 3% el año pasado, sino también reducir los costes cerca de 60 euros por hectárea, lo que ha incrementado el beneficio neto para el agricultor en un 18,5%. Además, al reducir los insumos gracias a las BPA, se ha conseguido disminuir la huella de carbono en un 25%. Esto demuestra que son técnicas no solo viables económicamente para el agricultor, sino, además, muy amigas del medio ambiente.
La jornada concluyó con una mesa redonda para analizar, a través de las experiencias de sus integrantes, la sostenibilidad en la cadena de cereales y los retos de futuro a los que se enfrenta. La mesa estuvo integrada por: Paz Fentes, subdirectora adjunta de Cultivos Herbáceos e Industriales y Aceite de Oliva del MAPA, Marta Cortés, directora de marketing de Europastry, Juan Luis Celigueta, director de cereales del Grupo AN, Carlos Miralbés, director técnico de la Harinera La Meta, María Quintín, directora de Responsabilidad Social Corporativa y Medio Ambiente de Carrefour España, Sergio Monzón, responsable de I+D+i de Antonio Tarazona S.L.U y Francisco Márquez, responsable de la finca experimental de Rabanales de la UCO. Todos los participantes coincidieron en destacar la importancia de la colaboración entre todos los eslabones de la cadena, así como la equidad en el reparto del valor añadido entre estos.
La directora general de Producciones y Mercados del MAPA, Esperanza Orellana, clausuró la jornada, ensalzando el enfoque de cadena del proyecto y poniendo en valor que la innovación, en cuanto a la aplicación de las nuevas tecnologías, es imprescindible para alcanzar la sostenibilidad medioambiental, social y económica. “El desarrollo de grupos como Innovatrigo son una vía para lograr una producción de alimentos atendiendo a los tres pilares de la sostenibilidad, alineados con los objetivos de la nueva PAC, una agricultura más resiliente, más respetuosa con el medio ambiente, que atiende a las demandas del consumidor, y con la necesaria viabilidad socioeconómica del sector agrario”, afirmó Orellana.