El descontento en el sector agrícola ha alcanzado niveles críticos impulsado por el aumento desmedido de las importaciones de cereales, especialmente desde Ucrania. Este lunes, un grupo de agricultores se reunió en una concentración frente al edificio de la Unión Europea en Madrid para alzar su voz contra una situación que consideran insostenible. Las importaciones de cereales desde el país europeo han alcanzado casi 8,4 millones de toneladas en 2023, y en el primer semestre de 2024 se han contabilizado cerca de 6,5 millones de toneladas, lo que plantea serias amenazas para la producción nacional.
España se ha convertido en uno de los principales destinatarios del cereal ucraniano, recibiendo más de la mitad de lo que entra en la UE. Este aumento de importaciones a precios cada vez más bajos ha desencadenado una caída del 45% en el precio del cereal nacional desde mayo de 2022, una cifra que, según Unión de Uniones, ha llevado a muchos agricultores al borde de la ruina.
Los agricultores han manifestado su preocupación por cómo esta situación está afectando no solo su viabilidad económica, sino también la estabilidad del mercado agrícola en general. “No podemos seguir compitiendo con precios que no reflejan el coste de producción y que ponen en peligro nuestra supervivencia”, afirmaron durante la concentración convocada por Unión de Uniones.
En respuesta a estas preocupaciones, la organización ha convocado una nueva protesta para el miércoles 25 de septiembre en el puerto de Santander. Durante esta movilización, los agricultores exigirán la implementación de medidas que protejan a los productores locales y frenen la especulación en los precios de los productos elaborados con cereales. A pesar de la caída del 45% en el precio del cereal, los piensos solo han disminuido un 30%, y el precio del pan ha subido un 9%, lo que evidencia una desconexión evidente entre los precios en el campo y los precios en el mercado.
Los agricultores también han denunciado que la falta de acción por parte de las autoridades competentes ha contribuido a esta crisis. “Los agricultores no nos vamos a quedar de brazos cruzados hasta que no se pongan en marcha las cláusulas de salvaguarda y el cereal importado cumpla las mismas condiciones nos exigen a nosotros”, comenta Luis Cortés, coordinador estatal de Unión de Uniones. “Tienen que oír al campo europeo. Por eso estamos aquí y estaremos el miércoles en el puerto de Santander. Y seguiremos nuestras protestas si se desoyen nuestras peticiones” ha añadido.
Además, se ha recordado que en el Reglamento de apoyo a Ucrania se incluyeron medidas de salvaguardia para ciertos productos sensibles en la UE. “Si estos criterios se aplicaran también a las importaciones de trigo y maíz que llegan a España, ya deberían haberse reintroducido los aranceles que fueron eliminados”, afirmaron los manifestantes.
Desde el campo exigen una respuesta urgente y efectiva de las autoridades para asegurar un futuro viable para el campo español. Los agricultores se preparan para continuar con sus movilizaciones hasta que se tomen medidas concretas que aborden sus necesidades y protejan sus medios de vida.