Alianza UPA-COAG alerta sobre la situación límite en la que se encuentran profesionales que han realizado un plan de mejora o una incorporación, "cuya rentabilidad, con estos condicionantes, es prácticamente nula y la actividad agraria está siendo ruinosa para muchas economías familiares"
La Alianza UPA-COAG califica como 'delicada´ la situación de los cerealistas de secano de Castilla y León
tras dos años consecutivos de malas cosechas y precios que en muchas zonas no permiten cubrir los costes de producción.
La cosecha media de cereal en Castilla y León en esta última campaña han alcanzado unos rendimientos medios de 2.700 kilos/hectárea, lo que significa que miles de hectáreas en nuestra comunidad autónoma no han alcanzado ni siquiera los 1.500 kilos/hectárea.
A esta deficiente cosecha hay que sumarle los bajos precios que se vienen arrastrando en los últimos años con cotizaciones medias en torno a los 175 euros/tn en trigo y 170 euros/tn en cebada. “Con estos datos es materialmente imposible cubrir los costes de producción en la explotación”, puesto que según estimaciones de la Alianza UPA-COAG el agricultor tiene gastos en semilla, fertilizante, gasóleo y distintos tratamientos que requieren de una producción mínima de 2.500 kilos/hectárea para amortiguar esos costes.
Estamos, así pues, “ante una situación muy complicada para el cereal de secano, un cultivo mayoritario y clave para la economía del sector y de nuestra comunidad autónoma ya que fija población en el medio rural”. En Castilla y León un total de 60.000 agricultores dedican parte de su explotación al cultivo de cereales.
La Alianza UPA-COAG alerta sobre “la situación límite en la que se encuentran profesionales que han realizado un plan de mejora o una incorporación cuya rentabilidad, con estos condicionantes, es prácticamente nula y la actividad agraria está siendo ruinosa para muchas economías familiares”.
La organización hace un llamamiento tanto al Ministerio de Agricultura como a la Junta de Castilla y León para que aborden esta situación y adopten medidas, puesto que “con unos precios como los actuales y con costes de producción cada vez más elevados el perjuicio económico para los agricultores en estas dos últimas campañas ha sido importante”.