El IV Congreso de Regadíos de Aguas Subterráneas que tendrá lugar el próximo 27 de noviembre en el Espacio La Granja de Valladolid servirá para abordar los retos y oportunidades del sector, desde la digitalización y las nuevas tecnologías hasta los derechos de uso del agua.
Durante el evento, habrá una mesa redonda donde se debatirá acerca de las aguas subterráneas, con la visión de varios profesionales del sector de diferentes regiones de la península, como Castilla-La Mancha, Andalucía, Aragón, Castilla y León, Cataluña y Galicia.
Por parte de Castilla-La Mancha estará Ruperto Mesas, vicepresidente de la Federación de Regantes de Castilla-La Mancha, que percibe una constante en la Administración hacia la “protección extrema” del medio ambiente, “en concreto del recurso hídrico, dejando de lado al usuario”.
Según el manchego, los problemas del regante no son de ahora, “sino que lleva dos décadas de olvido, sin garantías para el uso de un derecho que la Administración le concede, y además apaleado”. “Todo son controles, sanciones y restricciones, y sin que se actualice la normativa para poder gestionar el recurso de acuerdo con los nuevos tiempos. La única actualización que hacen es meter el cuchillo”, denuncia.
También lamenta los “reinos de taifas” que suponen las diferentes confederaciones hidrográficas y los distintos gobiernos autonómicos. “Por ejemplo, en el caso del Guadiana se han reducido las dotaciones en un 20% como consecuencia del cambio climático, pero en Extremadura se les ha incrementado la dotación en el mismo porcentaje”, señala.
Algo similar sucede, aunque multiplicado, cuando las aguas del Guadiana o el Tajo cruzan la raya con Portugal. “Allí están convirtiendo en regadío cielo y tierra, miles de hectáreas desde hace ya muchos años”. Todo ello como consecuencia de que “España hace una interpretación 100% ambientalista de la Directiva Marco del Agua”, aprobada como respuesta de la UE a la necesidad de unificar las actuaciones en materia de gestión del recurso. Las espadas siguen en alto.