Bernabé Campal dispone de un moderno centro de selección ubicado en Pedrosillo el Ralo, muy cerca de Salamanca, donde cuenta con la maquinaria más avanzada y con un equipo profesional cualificado, para desarrollar eficazmente esta actividad.
En estos últimos años se ha potenciado esta línea de negocio, “con el objetivo de ofrecer a sus clientes semilla certificada de las mejores variedades del mercado, al precio más competitivo”, destaca José Vicente.
Cómo se obtiene la semilla
El proceso se controla de forma concienzuda. Primero se seleccionan las mejores variedades según los resultados obtenidos en las campañas anteriores de cereal y teniendo en cuenta, asimismo, los datos de los múltiples campos de ensayo realizados, tanto propios como oficiales. Con estos datos se realiza un plan de siembra en función de las producciones que se necesiten de cada variedad.
De la mano del agricultor
Se buscan las mejores parcelas y, con la colaboración de productores de la zona, se realiza la multiplicación de estas variedades, tanto en categoría R1 como en R2. Siempre aconsejando al productor durante todo el proceso, desde la dosis de siembra y la dosis y tipo de abonado, pasando por los tratamientos herbicidas, fungicidas e insecticidas hasta el riego, para llegar al momento de la cosecha. Esta se realiza en el momento óptimo del cultivo, con un control de los parámetros de calidad que requiere la semilla para poder certificarse.
En la recolección se vigila tanto la limpieza de la cosechadora como la de los vehículos que la recogen. Se elimina el perímetro exterior de la parcela de multiplicación y se destina a grano, no a semilla.
El transporte desde las fincas hasta los almacenes del centro de selección se realiza en camiones propios, destinados solo para ese fin y formando a los conductores para que sean conscientes del producto que manejan.
Parámetros verificados
Ya en el centro de selección, se toman muestras antes de descargar la semilla y se verifican parámetros como calidad del grano, humedad, impurezas y malas hierbas. Si es satisfactorio se descarga en celdas identificadas, separadas de otras variedades y especies, para evitar en todo momento contaminaciones cruzadas.
Se elabora un plan de producción personalizado para cada variedad, en función de las necesidades del mercado y de los pedidos de los clientes. Se define el marco de selección que necesita, si requiere tratamiento fungicida o no y, en caso afirmativo, qué tipo.
También se determina el envase en el que se va a precintar. La empresa trabaja con sacos de 40 kilos y en ‘big bags’ de 500 y 1.000 kilos.
Una vez que se verifica la limpieza exhaustiva de toda la instalación, comienza el proceso de selección. Se ajustan parámetros como el caudal de producto, aire de aspiración o velocidad de cribado, para seleccionar solo el grano de mayor calidad.
Se trata con fungicida y se envasa tanto en saco como en ‘big bag’, precintado con la etiqueta correspondiente a la categoría de la semilla R1 o R2.
Control de calidad
Todo este proceso se realiza bajo supervisión de la Junta de Castilla y León. Periódicamente se recogen muestras del producto obtenido y se controla su calidad, primero en el laboratorio propio y después en los oficiales de la administración.
En el laboratorio se realizan las pruebas de pureza y germinación, y solo si supera los estrictos parámetros de calidad de Bernabé Campal, por encima de los requeridos por la administración para validar la semilla, se da el visto bueno al lote y se da de alta a la espera de la confirmación oficial.
El producto se almacena por lotes y se distribuye fundamentalmente en España, pero también a otros países, normalmente dentro en la Unión Europea, como Portugal o Italia.