El cultivo de colza va creciendo año tras año en los lugares donde se cultiva tradicionalmente y se está empezando a abrir camino en nuevas zonas de cultivo. Esto es debido, entre otras cosas, a la aportación agronómica que tiene el cultivo en la rotación de cultivos y a la rentabilidad que se obtiene. No es sencillo encontrar cultivos para rotación con cereales que aporten rentabilidad.
Dada la importancia que está tomando el cultivo y el requerimiento técnico que requiere, desde KWS lanzan la campaña #GROW (#CRECIENDOJUNTOS). Aunque el cultivo aporte numerosos beneficios también se trata de un cultivo muy técnico y que puede presentar diferentes problemas a lo largo de su ciclo.
Esta campaña se basa en estar al lado del agricultor aportando todos los conocimientos de la compañía y asesorando a los agricultores que apuesten por este cultivo y por las variedades de KWS. De la misma manera y como no puede ser menos, “queremos poner a disposición todo nuestro trabajo en mejora genética, seleccionando y comercializando las variedades que mejor se adapten a las diferentes zonas de cultivo o incluso sistemas de cultivo”, señalan desde la compañía.
Uno de los mayores problemas que presenta el cultivo es su establecimiento, por lo que, al igual que el año pasado, pone a disposición el SEGURO DE RIESGO COMPARTIDO. Este seguro garantiza el abono del 50% del valor de la semilla utilizada en los campos que presenten problemas de implantación.
En términos generales esta campaña la producción de los campos de colza están siendo muy buenos en secano y en regadío se están obteniendo buenos rendimientos, pero más bajos que en anteriores campañas. Al tener una primavera bastante húmeda y al tener lluvias importantes durante el invierno, los campos de regadío no han requerido riegos importantes, por lo cual, los rendimientos entre secano y regadío están siendo bastante similares. Este aprovechamiento de las lluvias de invierno es debido al profundo sistema radicular que presenta este cultivo en comparación con los cereales.
Un daño que ha sufrido la colza es la pérdida de flores y silicuas por los hielos. Durante la floración hemos tenido varios días de hielos y en especial al menos un día que las temperaturas bajaron hasta -3ºC o incluso más en muchas zonas. Si los hielos son suaves daña las flores que están en el proceso de fecundación ese día concreto, pero con heladas más fuertes, además de a estas flores, llega a dañar a silicuas que se encuentran en los primeros momentos de formación.
En zonas concretas también han aparecido problemas de Alternaria. Se trata de una enfermedad que en años anteriores ha afectado en zonas muy concretas pero que este año, dada la climatología suave y las últimas lluvias de primavera, se han visto parcelas afectadas por diferentes zonas.
A medida que el cultivo va siendo más importante y se incremente la superficie es normal que aparezcan nuevos problemas sanitarios. Por esta razón poder tener un buen asesoramiento es clave para lograr tener éxito en el cultivo.