Manu Contreras
Mala idea tuvo la rata topera invadiendo el Huerto Escolar en la Finca Escuela de Espinosa de los Monteros.
Estábamos inmersos en un bonito proyecto con los niños del pueblo, ‘El frutal Feliz’. Nuestra huerta era de diseño, aprendían a podar, a injertar, las siembras correspondientes y los sistemas antiplagas.
Pronto aparecieron agujeros en el huerto y daños menores. Los niños tapaban las cuevas con ramas espinosas de enebro rastrero, lógicamente era una ilusión pensar que se irían a otro prado.
Nunca fuimos capaces de coger ninguna con cepos, lo que hacían era taparlos con tierra, ¿pero? eso no era nada. Pasaba por encima de la liga de ratones apoyada en sus largas uñas, y aprovechaba para hacerse una exfoliación.

Se intentó desterrarlas por inundación, como la finca tiene un poco de pendiente, se subía la rata al agujero más alto, sacaba el hocico para respirar, y nos enseñaba los dientes a modo de risa socarrona. Otro intento fallido, y la duda de si era más lista que nosotros rondaba nuestras cabezas, y nos demostraron en el siguiente capítulo, que por las “buenas” en modo Ecológico, sí que nos toreaban.
Cuando maduraban los tomates, nos los fueron comiendo de abajo hacia arriba en modo “egipcio”. Construyeron una pirámide amontonando tierra que superó el medio metro, estaba claro que había que tratarlas… de tú, a tú.
Finalmente entró en el catálogo de temas de investigación de nuestra Marca BayCont, fundada por la Dra. En Ciencias, Bárbara de Aymerich, y Manu Contreras.
Y eso ya eran palabras mayores, no sabían con quien se jugaban los cuartos. Finalmente se consiguió el objetivo, creando una técnica novedosa que enseñamos en este artículo.
En esta Finca Escuela hemos hecho reportajes de fauna preciosos, los animales viven a mesa puesta, pero es que la rata topo no respeta, ni “la Legítima del dueño
No es un asunto menor lidiar con la rata topo, prueba de ello es la impotencia y resignación que hay a nivel Europeo, donde lleva años causando grandes daños a la agricultura y jardinería.
Y es que se dan demasiadas circunstancias adversas, para controlar a esta pequeña ratilla tan dañina como inteligente. Lo mismo se adapta a los prados frescos del Norte, como a las siembras de patatas, o tomates en huertos privados. No le hace ascos tampoco a las raíces de jóvenes frutales, a los cuales acaba secando, ocasionando grandes pérdidas.
La prohibición de productos químicos y la procreación generosa de esta especie, complica además el control efectivo de un problema que va a más.

En España se ha acomodado en la zona Norte, con gran incidencia en Galicia, Asturias, Navarra, Cantabria y norte de Castilla y León, principalmente.
Es relevante su presencia en la parte norte de Burgos, causando daños en los bellos prados de la Merindad de Sotoscueva o Espinosa de los Monteros, lugar donde se investigó ya hace tiempo esta problemática con resultados excelentes.
Esta investigación contra la rata topo comenzó antes de aprobarse la nueva Ley de bienestar animal. Teniendo en cuenta las excepciones que esta Ley plantea, (causas de fuerza mayor, por epidemias, plagas o casos puntuales) podrá usarse cuando se autorice. Esta técnica va dirigida a Profesionales Fitosanitarios, Empresas contra plagas, Veterinarios, Asociaciones Agrarias, Ayuntamientos, y todo personal que con la debida autorización, necesiten tomar medidas puntuales, para diezmar una alta densidad de esta, Arvícola terrestris.
Varias son ya la comunidades que han abordado este asunto por la importancia que tiene a nivel agrícola y también ganadero, ya que los daños a los prados son muy serios, la producción de heno queda muy mermada, además del riesgo de rotura de alguna pata en los caballos sobre todo, que si pisan mal en un agujero profundo si van galopando, tienen un alto riesgo de que ocurra. Esto no es una ilusión, ya hemos visto algún corzo con la pata colgando, y quizás haya sido ese el motivo.
No queda muy claro en esas excepciones a la Ley, si necesariamente ha de estar declarada oficialmente la emergencia por plaga, para usar métodos de trampeo mecánico a nivel particular, o si deben de hacerlo expertos con titulación.
No es lo mismo una invasión de rata topo en una gran extensión, que unas pocas en un huerto privado, donde los daños serán de siniestro total.
Como quiera que sea, y en aras de ampliar conocimiento del que pueden nutrirse las propias Administraciones, e incorporar en sus manuales y publicaciones oficiales, esta técnica que dejamos en este reportaje. Al mismo tiempo que advertimos de la necesidad de consultar a las autoridades si es posible usar este sistema, teniendo una plaga puntual en huertos privados. No hay plantación que valga los disgustos y dinero, que supondría una sanción por el uso de esta, u otras técnicas no permitidas.
LA TÉCNICA
Para capturar a esta rata en concreto, hay que ponerse en su lugar, pensar como ella, y darle un toque de imaginación.
Su mundo es la oscuridad, la noche para salir, y no dejarse ver por las rapaces. Eso ha de ser nuestra base de actuación.
Crearemos la “Noche artificial”, y a partir de ahí, el éxito estará asegurado.
Un cubo, una ratonera plana, cebo de trozos de manzana o pera, una estaquilla para atar la ratonera, (se la puede llevar un gato con la captura), un trozo de bayeta de fregar, un tarro de spray, y una piedra para poner encima del cubo. Nunca deberá de ver la rata el cepo de día, lo grabará en su memoria por el resto de su vida, y en cuanto lo toque después, incluso en la oscuridad, ni se acercará al cebo.
El trozo de bayeta se pega al fondo del cubo, se empapa de un macerado de peladuras de pera que se hará unos días antes. Ese líquido se echa en el spray, para rociar la madera de la trampa, una vez armada y colocada, con el fin de disimular el olor humano, (fundamental). Si no se tienen estas precauciones, no funcionará correctamente, quizás se cojan algunas dependiendo del hambre.

Hay que recortar la hierba bien donde se asiente la trampa, a unos diez centímetros del agujero. Una vez colocada y rociada con el zumo, se tapará con el cubo, tanto el agujero como la trampa, y se pondrá la piedra encima, al menos de un kilo de peso. En campo abierto, hasta los zorros pueden localizar las capturas y llevarse los cepos.
Los fuertes aromas a fruta que se generan dentro del cubo, gracias a la bayeta impregnada de pera, son un atractivo irresistible, que harán su efecto en unas tres horas.
Aunque el ritmo de descaste es moderado, si se usan varias trampas, en una semana se puede limpiar un prado de una hectárea.
Entre los elementos se ha incorporado un cubo, sencillamente porque todo el mundo en el medio rural lo tendrá. Pero en nuestra política de investigación, la estética, y el tacto exquisito en el cuidado del Medio Ambiente, no podía pararse en un elemento tan básico, y se desarrolló un cobertor especial, que puede elaborarse en modo industrial para un uso más estético y sostenible.
El equipo de investigación
Todas las técnicas antiplagas que se han desarrollado en Espinosa de los Monteros, de la mano de la Dra. en Ciencias, Bárbara de Aymerich, y el Técnico Industrial, Manu Contreras, se enseñan en la Finca Escuela espinosiega a las gentes de la Comarca de Las Merindades, y a cualquiera otras interesadas en estas materias.
Allí se enseña con prácticas conjuntas todos los sistemas, incluso en “Pastor eléctrico anti-plagas” en una versión básica.
Hemos creado un sencillo Blog, donde se pueden aprender varias técnicas contra plagas, desarrolladas y utilizadas durante años, tanto en la Comarca de Las Merindades, como en toda España, en el caso de los sistemas antiplagas para frutales.
Los manuales son:
Rata topera y topillos
Plagas en frutales,- “trepadoras, mosca de la fruta y polilla Carpocapsa”
Protector de colmenas contra avispón asiático, y micro turbina desbrozadora
Procesionaria del pino,- técnica básica, y de luxe, (usando el chicle reciclado de nuestra patente)
El enlace a la Web es el siguiente: