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viernes, diciembre 13, 2024
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Llegan los exámenes finales

José Ángel Cortijo

Quizá nadie haya reparado todavía en ello, pero la vida de un cultivo herbáceo tiene en Castilla y León la misma duración que el curso al que se debe someter un estudiante: desde las expectativas de un -a veces- ilusionante mes de octubre hasta el final de año, previo a las vacaciones de verano.

José Ángel Cortijo. Fertiberia
José Ángel Cortijo. Fertiberia

Es por tanto en estas fechas cuando el agricultor recibe su boletín de notas, con una nota media más cercana al suspenso o a la matrícula de honor en función de cómo haya aprovechado sus aptitudes.

Un buen campo de juego

Este año hemos contado con un campo de juego que se ha mantenido en unas condiciones ‘casi’ excelentes. Si no lo han sido del todo ha sido por los diez o quince días de la segunda quincena de mayo en los que se han registrado temperaturas muy elevadas.

Todos los cultivos de secano lo sufrieron, en mayor o menor medida, con la diferencia respecto a otros años de que en esta ocasión la planta no estaba acostumbrada a sufrir: había gozado de condiciones de temperatura y humedad excepcionales, y entre otras cosas no había desarrollado un sistema radicular adecuado.

De ahí se va a deducir una pérdida de producción y calidad cuya dimensión todavía no podemos conocer.

¿Por qué esas diferencias dentro de un mismo municipio?

Veníamos de un año casi perfecto y a partir de ahí todos los factores que el agricultor ha controlado adecuadamente han sumado al resultado de su explotación, mientras que lo que ha hecho mal ha restado. Por eso, como otras veces, dentro de un mismo municipio y con un mismo suelo vamos a encontrar cebadas de 3.500 kilos por hectárea y otras de 6.000.

Mucho tiene que ver en ese resultado dispar el trabajo del agricultor, que en el caso de la fertilización habrá beneficiado a quien haya sido capaz de amoldarse a las condiciones del año. Ese es el profesional que este año conseguirá la rentabilidad de su explotación a pesar los precios bajos.

Es el que ha acertado escogiendo la variedad en función de su genética, el que ha sabido realizar un tratamiento en el momento adecuado… porque aún hay quien no trata un cultivo determinado porque en su pueblo nunca se hace. Pero es que este año no es como los demás y a lo mejor era evidente que había que hacer esa aplicación.

También es el agricultor que ha acertado con la rotación de cultivos y el que ha dividido la fertilización entre el abonado de fondo y las coberteras: el que a la vista de cómo venía el año ha sabido ajustar las coberteras y acertar con la formulación del nitrogenado. Esa diferencia también se ha notado en relación con la carencia de nutrientes considerados secundarios que se ha detectado en muchos lugares; elementos que el agricultor no ha aportado y que la planta no ha encontrado en el suelo.

La importancia de la calidad

Decimos que los precios no están ahora mismo en su mejor momento, y por eso debemos volver la mirada hacia un capítulo fundamental como es la calidad.

Ahora que se está cosechando la cebada se han podido ver pesos específicos de 58, pero también de 70. En ese sentido hay que tener en cuenta que si perseguimos obtener un peso específico elevado debemos prestar atención a macronutrientes como el fósforo y el potasio, pero también a esos otros microelementos que no dejan de ser importantes.

Al mismo tiempo, si en el cereal deseamos obtener proteína debemos, lógicamente, escoger una variedad con ese fin, pero también, y de forma muy especial, tendremos que prestar atención al manejo del nitrógeno.

La eficiencia es la clave

Otra clave reside en la eficiencia. En el partido que podemos sacar a cada euro invertido. Porque un planteamiento inteligente, bien documentado, de nuestra actividad nos demostrará que hacer bien las cosas no tiene por qué significar un gasto más allá de lo razonable. Más bien al contrario, significa tomar las mejores decisiones y escoger el fertilizante más adecuado para aplicarlo de la mejor manera, en el momento óptimo. Porque la clave de la agricultura no reside en cuánto me gasto, sino en cómo invierto eso que me gasto.

¿Y los regadíos?

En cuanto al regadío, esa calurosa segunda quincena de mayo les ha venido muy bien a los cultivos, especialmente a ese segundo momento de siembra que llegó tras las lluvias; las elevadas temperaturas permitieron que el suelo se orease y que el agricultor completara las siembras. También vino bien para las siembras tempranas, puesto que esa radiación solar dio un empujón considerable a las plantas.

En ambos casos, hay que recordar la importancia del nitrógeno directamente disponible. Tenemos en la fertilización una magnífica herramienta para acelerar o retener el crecimiento de las plantas. Para adecuar el cultivo a su ciclo: aquel agricultor que realizó un correcto abonado de fondo puede ahora ajustar la planta a su estado más deseable mediante abonos nitrogenados directamente disponibles.

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