Natalia Lozano
Las plagas son un problema muy serio para numerosos agricultores. Estas especies destruyen cultivos y parcelas enteras en cuestión de días. Una incertidumbre que crece día a día, y que está generando grandes pérdidas ante la falta de soluciones.
Juan Príncipe, viticultor en la zona de Cigales (Castilla y León), explica que “hay alrededor de 20.000 hectáreas afectadas por los conejos es nuestra comarca”. “Es una barbaridad lo que está pasando, y la única solución que nos dan es que vallemos las viñas”.

El viticultor reconoce que llevan ya años “sufriendo con este tema”. De hecho, el año pasado fue un año “muy complicado; tuve viñas en las que no recogí ni un racimo”. Respecto a este año el viticultor afirma que “hay páramos que están machacados”. En concreto habla de unas viñas de más de 100 años que están en gran parte afectadas. “Son viñas con mucha historia y arraigo y se me están secando por los ataques de los conejos, ahora mismo ya hay un 20% seco, y no nos dan una solución”, lamenta Príncipe.

Además, insiste en que “hay decisiones que el agricultor no puede tomar, están fuera de nuestro alcance, y esto está haciendo que nos estén estropeando el campo”. “Métodos y soluciones hay, pero no están autorizados”, sentencia el viticultor.
En zonas como Castilla-La Mancha, una de las regiones más afectadas por los conejos, los agricultores se han movilizado para reclamar medidas contundentes. Hace unos días difundieron un documento técnico y entre su contenido se encuentran medidas como la caza intensiva con animales, la eliminación de madrigueras o la aplicación de fumigantes.
Lo hacen ante una situación que creen necesaria. “Las medidas aplicadas hasta ahora han sido claramente insuficientes, tenemos serios problemas con este animal”, denuncia Florentino de Mora, agricultor y ganadero. “Nos dicen que es el conejo de siempre y no es cierto, creemos que el conejo es un híbrido y ha cambiado sus hábitos de conducta. Lo único que hace es destrozarnos los cultivos”. Empiezan por “el cereal y terminan comiéndose viñas, almendros y pistachos, y muchos agricultores ya ponen en duda la viabilidad de sus campos”, sentencia.
Jabalíes y ciervos, un problema para los cultivos
En la provincia de Ávila “tenemos problemas con los jabalíes y los ciervos” denuncia Guillermo Jiménez, dueño de una explotación capina de leche y carne.
En esta explotación plantan sus propios cultivos para abastecer de comida a sus animales. “Sembramos avena y esparceta, y con lo que nosotros producimos tendríamos de sobra para alimentar a nuestros animales, pero desde que los ciervos y jabalíes entran nos destruyen todo el campo. Hemos tenido que llegar a comprar producto porque recogíamos muy poco y no era suficiente para abastecer a todos los animales que criamos”, indica Jiménez.

Desde hace unos años “hay un serio problema; hay que hacer un control de estos animales porque, si no, vamos a terminar abandonando esta profesión porque no sale rentable”, afirma el agricultor.
Además, Jiménez insiste en que se deberían tomar “decisiones para llegar a una solución porque hay años que nosotros tenemos prácticamente la parcela entera destruida”.