77 días después de que se cortaran los primeros racimos de albillo real allá por el 6 de agosto. Ayer 22 de octubre finalizó la vendimia 2025 en la D.O.P. Cebreros con los últimos racimos de uva vendimiados a casi 1100 metros de altitud en Villanueva de Ávila. Una vendimia en la que los elaboradores coinciden en la grandísima calidad de la uva recibida en bodega. En una añada marcada por una primavera extremadamente lluviosa y un verano cálido y sin precipitaciones. Si en algo están de acuerdo todos los elaboradores es que no olvidarán la primavera 2025 por la gran cantidad de precipitaciones recibidas, en muchas zonas, cercanas o por encima de los 1000 mm. Este hecho ha servido para acumular una gran reserva de agua y que la planta se mostrase más resistente al calor veraniego. Eso sí, ralentizó la realización de las labores primaverales y provocó un mes de mayo frenético en el campo, ya que los viticultores se vieron obligados a realizar las labores de 3 meses en unas pocas semanas.

Sin incidencia de enfermedades ni de granizadas extremas
En comparación con otras zonas vitivinícolas la D.O.P. Cebreros se puede considerar una afortunada en cuanto a esquivar problemas de enfermedades fúngicas como oídio y mildiu. Además de los episodios de granizo que han devastado muchos viñedos a lo largo de la geografía nacional. Únicamente reseñar incidencias muy localizadas de mildiu en el Valle del Tiétar. Además, de una pequeña granizada entre las localidades de Navarrevisca y Villanueva de Ávila el 1 de agosto.

Verano cálido y sin lluvias
Si la primavera nos trajo unas lluvias pocas veces vistas, lo mismo podemos decir del verano en sentido contrario. Un verano en el que en algunas localidades no se ha registrado ni una sola precipitación, hecho este también insólito. A esta falta de lluvia se le suma unas olas de calor en agosto, que más que olas parecían tsunamis de lo largas que fueron. Gracias a la acumulación de agua primaveral las plantas han resistido perfectamente y han madurado sin ningún problema.

Vendimia sin incidencias y con buena producción
Tras la vendimia del albillo real a principios de agosto, la vendimia de la garnacha tinta se ha realizado sin parones por lluvias. La uva ha entrado con una sanidad envidiable, por lo que la selección manual que realizan muchas de las bodegas D.O.P. Cebreros en muchos casos ni siquiera ha sido necesaria llevarla a cabo.
Se han superado ligeramente las previsiones de producción realizadas al comienzo de vendimia entrando en las bodegas algo más de 800.000 kilos. 53.000 de albillo real y el resto principalmente de garnacha. El resto corresponde a una muy pequeña proporción de las otras dos variedades admitidas, tempranillo y garnacha tintorera.
En general, la producción ha sido superior en prácticamente todos los viñedos de la Denominación de Origen Abulense. Es reseñable este aumento de producción con respecto a 2024 en municipios de como Burgohondo, Navatalgordo o Villanueva de Ávila. Estos municipios el año pasado se vieron afectados por heladas que mermaron significativamente su producción.
En lo referente a calidad, la tónica es generalizada entre los elaboradores, están extremadamente felices con la uva que ha entrado en bodega. Una uva sana, fresca y que augura una gran añada 2025.

No todo son buenas noticias
Los viñedos en la D.O.P. Cebreros se están enfrentando a un problema, que no por repetirlo año tras año, deja de ser preocupante y un gran desafío para los viticultores de la zona. La fauna silvestre está destrozando viñedos completos o comiéndose una gran proporción de la producción de muchas parcelas. A los jabalíes, corzos y pájaros, ahora se comienza a sumar la presencia de conejos que ya está destrozando viñedos.
Si bien hay viticultores que tienen recursos para poder vallar viñedos y minimizar daños, muchos otros se ven abocados a tener que abandonar sus parcelas que con tanto cariño han cuidado ellos y sus antepasados, impotentes ante la incontrolable fauna silvestre de la zona.