Alfonso Sáenz
de Cámara
Director general de UDAPA Sociedad Cooperativa
“La patata tiene futuro en España porque hay mercado”
El alavés Alfonso Sáenz de Cámara ha sido el último galardonado con el Premio Nacional de la Patata, reconocimiento que recibe como un estímulo para mantener su compromiso con el sector.
Estamos en un sector privilegiado y agradecido
«Estamos en un sector privilegiado y agradecido». Con este mensaje recibía Alfonso Sáenz de Cámara el Premio Nacional de la Patata en la gala celebrada en Medina del Campo (Valladolid).
Era el reconocimiento a una trayectoria de cuatro décadas vinculada al tubérculo. La patata como cultivo, como alimento, como negocio, pero también como pilar del desarrollo social. Esa es la filosofía de la cooperativa UDAPA, de la que es director general desde 2012.
Aberasturi, Álava
ENTREVISTA:
Ricardo Ortega
El pueblo de Alfonso es Aberasturi, que en euskera significa ‘pueblo rico en agua’, y podríamos pensar que esa riqueza tiene mucho que ver con el verde de los campos y con la actividad que genera el regadío de la comarca. Ríe cuando recuerda que vizcaínos y guipuzcoanos llaman ‘patateros’ a los alaveses, y él les responde que “a mucha honra”. Su familia está vinculada desde siempre a la patata de siembra.
A los ocho años su padre le hizo un regalo que le ha marcado para toda la vida: puso en sus manos una azada para escardar patatas. Puede que de ahí se derivara todo lo demás: se formó como ingeniero agrícola, trabajó en la Caja de Ahorros de Álava dentro del departamento de cereal y oleaginosas, fue director comercial de Agrosa Semillas y de APPAL, sociedad dedicada a la patata de siembra.
A los alaveses nos llaman ‘patateros’ y yo digo que a mucha honra”
Hasta que en 1993 funda junto a Roberto Ruiz de Infante la cooperativa UDAPA. “Roberto ha sido determinante en mi carrera; con él formé un buen tándem, él como defensor de la filosofía de la cooperativa, de la constancia, y yo en el negocio”, recuerda. “A veces he dicho que él era el arquitecto y yo, el albañil”.
Tenemos que trabajar unidos para ser más visibles. Hay que sacar pecho del sector que tenemos
Un modelo integrador
El propósito de la cooperativa era la profesionalización de los procesos de producción, manejo y comercialización de patata en fresco. Defender un modelo integrador de la cadena de producción y suministro
Ha sido un camino de aprendizaje, de crecimiento personal. De crisis como la que vivió APPAL aprendió que en las cooperativas “solo tiene que estar quien cree en el cooperativismo”.
Porque los que no están convencidos acaban tirando hacia abajo del proyecto. Porque el agricultor tiene que mirar su cuenta de resultados, pero también preocuparse por el proyecto.
Por el contrario, “para nosotros los importante es quién ‘lleva la txapela’, como decimos en mi tierra: quién lleva el control”, y saber los números que ha obtenido la cooperativa. Tener claro qué parte del valor generado le corresponde a la cooperativa y qué parte es del agricultor.
También se ha enfrentado a otro tipo de reticencias. “El concejal que nos vendió la parcela en el Polígono de Jundiz nos dijo que prefería dedicar ese espacio a una empresa más tecnológica. 30 años después esta empresa tiene 200 empleados”.
Aprender de los años malos
De los años malos se aprende mucho. “Es cuando te das cuenta de que necesitas tener clientes en los que confiar, personas a las que puedes hacer un favor y que sabes que se portarán bien contigo cuando lo necesites”, reflexiona. Personas con las que tienes una relación de confianza, “que te consideran una persona fiable, de palabra”. Otra clave es tener capacidad para mirar a medio plazo, para anticiparte a lo que te pueda pedir un cliente, a los problemas que puedan surgir en la siguiente campaña. “Todo puede cambiar en un cuarto de hora. Por eso tienes que tener un plan A y un plan B, y ser capaz de desarrollar los dos al mismo tiempo”, recalca.
Una estructura de ámbito nacional
El compromiso con el cultivo ha llevado a Alfonso a implicarse en entidades de ámbito nacional. Preside el Club Ibérico de Profesionales de Patata (CIPP), el Comité de Patata en FEPEX y la Asociación Princesa Amandine.
En todos los foros en los que participa defiende que lo más inmediato es ser capaces de atender la demanda interna en España, “porque seguimos importando mucha patata”. El reto tiene su complejidad porque se trata de un producto de temporada, “y por eso hay que ser imaginativo”.
Será necesario constituir algún organismo a nivel nacional “que articule el sector y que sirva como interlocutor, dada la ausencia de una Interprofesional”. “Tendremos que organizarnos entre agricultores que apuesten por la tecnología”. Un gran acuerdo, que debe seducir a aquellos que prefieren pescar en río revuelto. “Si no se logra, lo haremos desde las estructuras que ya existen, como las cooperativas”, advierte.
“Lo más inmediato es ser capaces de atender la demanda interna de España”
El compromiso merece la pena
Dice Sáenz de Cámara que para él ha sido “un orgullo” recibir el Premio Internacional de la Patata, entre otras cosas “porque en el jurado había mucha gente del sector, incluidas personas de la competencia, lo que le da un valor especialmente importante”.
“Es algo que me reafirma en mi intención de hacer sector; me confirma que vale la pena mi compromiso con organizaciones a nivel nacional y me anima a seguir trabajando”, señala.
Ese compromiso incluye decir algunas verdades. Como que el sector está cambiando y lo hará aún más. Para él hay que “agroindustrializar” el campo y tomar nota de lo que sucede en otros sectores. Como que en Galicia ya hay granjas de leche que son de la propia cooperativa. Así las cosas, “UDAPA empezó por la conservación de la patata y hoy apostamos por ayudar en los arranques, porque la mano de obra es una cuestión compleja, porque los tiempos son importantes…”, destaca.
Detrás de una patata hay más tecnología que en un iPhone
Siempre en un horizonte de investigación e innovación. Alguien dijo que “hay más tecnología detrás de un tomate que detrás de un iPhone, y yo digo que también detrás de una patata”. ■