La llegada de las lluvias, que no deberían de perjudicar al cultivo más allá de la no perdida de humedad, incidirá en un ligero retraso de las cosechas de maíz, tal como avanza el técnico de Bayer Anxo Valiño.
“En algunas zonas de Castilla y León han caído más de 100 litros, con lo que la entrada a las parcelas se puede demorar más de quince días”, prevé. “Pensando en que no se habrá cosechado ni un 5% de la superficie en Castilla y Leon, superficie récord este año, el retorno a las cosechas se hará a la carrera, con todas las cosechadoras en el campo a la vez”, anuncia el experto.
Por su parte, Darío Cartujo, que realiza trabajos para terceros, comenzó a cosechar maíz hace dos semanas en las fincas de Campazas y Laguna de Negrillos, en el sur de León. Este lunes comenzó a llover y el martes ya no pudo seguir. Hasta ayer, en tres días, en Campazas han caído cien litros, así que ahora toca esperar a que seque.
La campaña la inició Cartujo a toda máquina. Había prisa en “quitar todo lo que se pudiera” antes de llegaran estas lluvias. El viento había favorecido que seque mucho y rápido. “Hay una barbaridad de kilos: unos maíces terribles”, describe enfatizando que la cosecha es buena esta campaña. En un campo de ensayo, en el que él ha estado, la media ha sido de 20.000 kilos por hectárea.