La cosecha arranca en el valle del Duero, con varias zonas en la parte sur de Castilla y León donde el cultivo presenta una humedad del 20%, sobre todo como consecuencia de la humedad registrada en este veranillo de san Miguel.
En algunos puntos de León ya ha comenzado, aunque la labor está muy lejos de generalizarse.
Al agricultor le interesa cosechar cuanto antes, entre otras cosas para poder preparar el suelo para la sementera. Pero también por una cuestión económica, puesto que es preferible aprovecharse de los precios actuales antes de que bajen más al generalizarse la campaña, como subraya Fernando Garrachón, de Lidea.
José María Santos, responsable de Agricultura de Urcacyl, destaca que la cosecha es “inminente” y que en Castilla y León comenzará por las zonas más al sur, como Salamanca, para continuar por Zamora y Valladolid.
La parte más tardía es la de León y, de hecho, en esa provincia el secado se produce fundamentalmente a base de las heladas de enero y febrero. “Cosa diferente es que este año, con las temperaturas que se están registrando, haya quien decida cosechar antes del invierno”, apunta.
