Iván Álvarez, Asegrain
En 1993 se estrenó la película americana ‘El día de la marmota’, y si bien el título en España fue ‘Atrapado en el tiempo’, al final se generalizó tanto la expresión ‘el día de la marmota’ para expresar hechos que se repiten una y otra vez en el tiempo, que también ha sido conocida la película con este nombre, traducción literal del título americano (‘Groundhog Day’). Dicha película narra la historia de un meteorólogo de televisión, que termina atrapado en el tiempo, y cada día nuevo que amanece, es el mismo día repetido del anterior.
En el mercado de los cereales no encontramos también ‘en el día de la marmota’, y si una semana sube el mercado, la siguiente se corrige la subida, si el mercado le da mucha importancia al corredor de granos en Ucrania, y ello provoca importantes aumentos, los días siguientes consideran los mercados financieros que no es tan importante lo que ocurra en Ucrania, por lo menos a corto plazo, y entonces deciden vender sus posiciones en materias primas y provocan, de nuevo, importantes bajadas en las cotizaciones.
Al igual que indicábamos en el artículo de la semana pasada, debemos entender que los mercados de futuros (mercados financieros) no son los mismos que los mercados reales de los cereales (donde se compran y venden realmente dichas materias primas). Los mercados de futuros son índices de precios, donde los inversores deciden comprar o vender sus posiciones en función de las expectativas de subida o bajada de los mismos, mientras que en los mercados reales de cereales hay unos vendedores que necesitan vender lo que han producido en su explotación y hay unos compradores que necesitan dichos granos para cumplir con los contratos que tengan vendidos, alimentar animales, producir harinas para consumo humano, producir cerveza, o cualquiera de los fines para los que se utilizan los cereales.
De esta forma, mientras que los mercados de futuros pueden subir y bajar con mucha intensidad, los mercados reales suelen subir y bajar mucho más despacio. Por tanto, los mercados de futuros nos pueden servir como referencia, pero no deberíamos tomar decisiones únicamente si un día el mercado está subiendo o bajando, sin entender perfectamente el contexto que lo rodea.
Esta semana que termina encara bajadas en los precios de los cereales con respecto a la semana anterior, motivadas por la falta de demanda de los fabricantes, que de momento se resisten a comprar, primero por las fechas en las que nos encontramos, segundo ante la bajada de consumo, y, sobre todo, ante la expectativa de que con la llegada en unas pocas semanas de cantidades ingentes de cereal a los puertos procedentes de Brasil (en el caso de maíz), y cebada y trigo procedente de Rumania, Bulgaria, Francia, Dinamarca, Polonia, Alemania o Reino Unido, sumada a las existencias que ya están en los puertos, pueda provocar bajadas en el mercado del cereal nacional.
Por otro lado, los productores también se resisten a vender su cosecha o una parte de la misma, con la expectativa de que los precios de los cereales puedan volver a subir ante la situación del corredor ucraniano, donde parece que esta semana el Gobierno ruso, ha parecido más ‘receptivo’ a llegar a un acuerdo.
Respecto a las cosechas del Norte de Europa, las producciones están siendo elevadas, y confirman las previsiones realizadas semanas atrás. También están apareciendo problemas de calidad en algunos países con los trigos harineros y las cebadas destinadas para producir cerveza, lo que provoca que muchas partidas estén siendo rechazadas por los harineros o los cerveceros, y estos lotes deban venderse en el mercado de la producción de piensos para animales. Y uno de los principales objetivos comerciales (por proximidad) es España, dado que por un lado nuestra cosecha ha sido más corta de lo normal, y por otro lado tenemos un volumen importante de consumo de pienso animal (aunque estos últimos meses haya bajado).
Estas posibles llegadas de partidas de cereal del Norte de Europa podrían añadir más presión a los precios, en las próximas semanas… por supuesto con ‘permiso’ de Putin y de los Mercados de Futuros.