Ricardo Ortega
Llevamos al menos tres semanas de bajadas en el precio del cereal y se puede decir que la industria demandante de esta materia prima va a evitar nuevas compras, en espera de que el mercado caiga aún más.
Desde la consultora agraria Asegrain se describe un mercado nacional “marcado por un incremento de la oferta en las zonas productoras, acompañada de bajadas en los litorales”, lo que hace que la demanda “prácticamente se mantenga ausente y a la espera de más ajuste en los precios”.
En el mercado internacional, mientras tanto, el precio de la soja experimentaba la semana pasada bajadas en la Bolsa de Chicago, como consecuencia de la ralentización de compras por parte de China a EEUU. También por las lluvias registradas en zonas productoras de soja en Brasil.
El maíz, mientras tanto, también bajaba por la mayor oferta en EEUU. Se nota en las cotizaciones la presión de una cosecha récord.
El trigo cerró la semana con bajadas por una cosecha también de récord en Norteamérica pero también en el hemisferio sur, especialmente en Argentina.
Iván Álvarez, de Asegrain, apuntaba la semana pasada en revistacampo.es que en esta recta final de 2025 nos encontramos con una de las mayores cosechas de cereal de la historia en España, con un mercado internacional donde hay “enormes existencias” de grano, sobre todo de maíz, y con una previsión de incremento de superficie de siembra de maíz y soja en el hemisferio sur, sobre todo en Argentina y Brasil.
A este panorama se le viene a sumar la preocupación de que la peste porcina pueda saltar de los jabalíes a los cerdos, y esto complique la exportación de carne porcina. “De cada dos kilos de pienso que se fabrican en España, uno lo consumen los cerdos”, apuntaba el analista leonés.
Diferentes agentes del sector estiman que aún queda sin vender entre el 60 y el 70% de la cosecha de cereales de invierno.
Mientras, los futuros de la soja en Chicago cayeron el viernes a mínimos de seis semanas, ya que la preocupación por la desaceleración de la demanda de exportaciones de Estados Unidos y la inminente recolección de una gran cosecha brasileña “provocaron una ronda de liquidación de posiciones largas”, señala la compañía.
