Eel siempre sabio refranero español se refiere de forma muy acertada a los periodos de precipitaciones en los cultivos, con el bien traído “nunca llueve a gusto de todos”. Habría que añadir que, en esta ocasión, las lluvias llegaron tarde para una gran mayoría y trajeron hongos y malas hierbas. Hubo también agraciados, entre otros el forraje y el girasol.
Tampoco le ha ido mal al regadío, que ha podido ahorrar agua y energía entre chaparrones.
Hechos que no cambian la realidad. La escasez de lluvias de esta primavera e invierno han traído como consecuencia una de las mayores sequías recordadas. Hay que remontarse a 1992 para encontrar tan malos datos y producciones.
Por desgracia, tienen que venir años como este para recordarnos a todos la importancia que tiene el agua en nuestras vidas y nuestro ecosistema. El agua es un insumo vital, clave para la producción agrícola y garantía de la seguridad alimentaria.
Años como este recuperan y ponen de actualidad uno de los desafíos más importantes a los que se enfrenta el sector agroalimentario español: mejorar el uso de los recursos hídricos ante una perspectiva de mayor escasez de agua, avanzando en la modernización del regadío y la gestión eficiente del agua.
El regadío es un sector estratégico en nuestro país, y lo demuestra cada día trabajando sin descanso para garantizar alimentos suficientes y saludables a la población, en unas condiciones de irregularidad climática y de incremento de costes inasumible.
La agricultura de regadío combate contra la despoblación de las zonas rurales. Donde existe disponibilidad de agua para riego se aumentan sustancialmente las posibilidades de desarrollo del territorio.
Son muchos los argumentos para defender y exigir una buena y eficaz gestión del uso del agua en la agricultura, al servicio de las personas.
Es más que necesario que, de una vez por todas, reclamemos a las administraciones un compromiso real con el sector. Somos los máximos interesados en el cuidado del agua y somos imprescindibles en el desarrollo de nuestra tierra. Ya está bien.
