El viñedo es mucho más que un simple cultivo; es el corazón palpitante de nuestra cultura agrícola y un motor esencial de la economía española. Con 927.115 hectáreas dedicadas a la viticultura, este sector no solo representa nuestra herencia, sino que también refleja el compromiso de miles de profesionales que, con pasión y dedicación, trabajan día a día para ofrecer la mejor uva con la que elaborar los vinos de la más alta calidad.
A lo largo de los años, hemos sido testigos de cómo nuestros vinos han conquistado mercados en todo el mundo. La Denominación de Origen Calificada Rioja, que celebra este año su centenario, es un claro ejemplo del triunfo de la calidad y la tradición. Este símbolo de excelencia enológica ha abierto caminos, permitiéndonos demostrar que el vino español puede y debe ocupar un lugar destacado en el panorama internacional.
En un contexto donde el consumo de vino se distribuye en todas las franjas de edad, y donde la industria genera anualmente 23.700 millones de euros, es fundamental que sigamos valorando nuestro trabajo y la cadena alimentaria que lo sustenta. Cada botella vendida no solo representa un producto, sino el esfuerzo colectivo de viticultores, enólogos y todos los actores que hacen posible el proceso.
Además, el vino atrae cada año a millones de visitantes al medio rural, dinamizando nuestras regiones y contribuyendo a su desarrollo económico, con un impacto significativo que debemos seguir fomentando.
Las oportunidades están ahí, y nuestra pasión por el viñedo y el vino es la clave para aprovecharlas. Sigamos trabajando juntos para poner en valor lo que hacemos y defender la calidad de nuestros productos.
Ya en el día a día, no podemos ignorar los desafíos que se presentan. Las lluvias de marzo han generado complicaciones, pero también han permitido visualizar un panorama de esperanza para el regadío y el secano. Si las condiciones se mantienen favorables, esta campaña puede resultar ser más que regular. Al mismo tiempo, estamos ante la incertidumbre de las decisiones políticas internacionales, en especial aquellas relacionadas con los aranceles impuestos desde Estados Unidos, que continúan afectando a nuestras empresas y a nuestra capacidad de competir en el extranjero.
Arranca la primavera, con mucha tarea por hacer. Retos y oportunidades de una nueva campaña, que habrá que afrontar como siempre, con calma y determinación.
¡Vamos por ello! Suerte a todos.