Llega marzo y con él arranca una nueva primavera; momento de renacer, de floración, esplendor y despertar en el campo.
Las lluvias de febrero llegaron como un regalo, cargado de optimismo y acumulación de trabajo. Nada nuevo para quienes conocéis el ritmo de la naturaleza y adaptáis vuestro esfuerzo a los tiempos que ella marca.
Toca trabajar en el campo sin perder la atención a las “otras obligaciones y buenas nuevas” que nos atañen. La nueva campaña de la PAC está sobre la mesa, junto con los nuevos planes hidrológicos de cuenca, la reciente subida del salario mínimo y la reducción de la jornada laboral. Todos estos factores, sumados a la burocracia y sus cambios y exigencias fiscales, laborales… condicionan la viabilidad de nuestras explotaciones y, más que eso, la gestión sostenible/rentable que tanto anhelamos. Ojo al dato.
Aunque la campaña de cereal se presenta con buenas perspectivas, la realidad es que se empieza a poner dinero sin saber realmente el retorno, ya sea en kilos o en euros. Los resultados no dependen del origen, por muy importante que sea, sino de factores externos que escapan a nuestro control. ¿Hasta cuándo va a aguantar un sector perdiendo dinero? No puede pasar ni un minuto más.
Y no podemos olvidar que la revolución verde que tanto desean algunos no podrá ser en números rojos. La solución parece que radica en lo que podamos hacer nosotros mismos como sector. Integrarse en esta tarea con la cadena alimentaria no parece mala idea. Presentarse ante los mercados con todas sus exigencias, pero también con la garantía “por escrito” de la rentabilidad. Aquí, o ganamos todos o se rompe la baraja.
“Es hora de conquistar esos mercados con lo mejor que tenemos: la calidad y el talento”
Frente a estos desafíos, también se dibujan numerosas oportunidades. Alfonso Sáenz de Cámara, Premio Nacional de Patata, nos recuerda que la patata tiene un futuro en España porque existe un mercado para ella. Este ejemplo nos invita a reflexionar: ¿podemos aplicar su enfoque en nuestras propias producciones? ¿Debemos orientar nuestra producción hacia el mercado, teniendo en cuenta que muchas de nuestras producciones son inferiores al consumo nacional?
Es hora de conquistar esos mercados con lo mejor que tenemos: la calidad y el talento de los grandes profesionales y empresas que están detrás de nuestros productos.
Tenemos que mantener el ánimo y la confianza en nosotros mismos y en nuestro sector. Juntos afrontaremos tanto retos como oportunidades, y es en nuestra unidad donde hallaremos la fuerza para avanzar. ¡Mucho ánimo a todos!