Las primeras estimaciones sobre la producción de aceite de oliva para la campaña 2025/2026 apuntan a unos valores similares a la que acaba de finalizar el 30 de septiembre.
El aforo publicado por el Ministerio de Agricultura recoge una producción cercana a 1.372.000 toneladas, lo que supone un leve descenso del 3% con respecto a la cosecha anterior, pero un 19% por encima de la media de las últimas seis campañas, que estuvieron mermadas por la sequía, especialmente las de 2023/2024 y 2022/2023.
Según el ministro de Agricultura, Luis Planas, «de acuerdo con esta previsión, los datos se sitúan en nuestros niveles medios de producción por segundo año consecutivo y nos deben permitir un abastecimiento fluido del mercado nacional y de nuestras exportaciones a terceros países».
Las intensas lluvias habidas en primavera permitieron una floración y cuajado del fruto excelente, que hacía barajar una cosecha muy elevada, pero cuya estimación se ha contenido por las elevadas temperaturas estivales registradas en las principales zonas productoras, que han afectado a las aceitunas.
Las condiciones meteorológicas de las próximas semanas serán determinantes para garantizar la correcta evolución de la campaña y el rendimiento de aceite.
Los datos del aforo tienen carácter preliminar y serán ajustados en función del desarrollo de dicha evolución y de la recolección, que comienza habitualmente en el mes de noviembre.
Por territorios, la estimación refleja un descenso del 5% en Andalucía, la comunidad más productora, donde se pueden alcanzar 1.080.900 toneladas, en torno al 79 % del total nacional.
También descenderá la producción en la segunda región productora, Castilla-La Mancha, donde se prevén 121.500 toneladas, un 17 % menos que en la campaña 2024/25.
En Extremadura, tercera comunidad productora, se espera por el contrario un incremento en torno al 3%, para una producción estimada en 80.500 toneladas.