La organización agraria Asaja ha emitido una alerta debido a la inquietud de numerosos viticultores que comercializan su uva con bodegas, ya que estas muestran un “escaso interés” por comprometer volúmenes de compra y aún menos por establecer precios en la próxima campaña de vendimia, que dará comienzo en un mes.
Este problema se manifiesta principalmente en las variedades tintas, como la Mencía en la Denominación de Origen Bierzo, ya que, aparentemente, los vinos tintos son los que enfrentan mayores dificultades en las bodegas debido a la disminución del consumo nacional y al retroceso en las exportaciones. “Al menos esta es la disculpa que ponen las bodegas, la de falta de demanda, y para justificarlo recurren a la venta de contra etiquetas del Consejo Regulador, que es el dato más fiable para reflejar las ventas”, declaran en Asaja.
La uva Godello, utilizada para la producción de vinos blancos en la DO Bierzo, y la uva Albarín, que también genera vinos blancos en la DO León, logran salir airosas de esta situación. Por otro lado, la uva Prieto Picudo, procedente de la DO León y empleada en la elaboración de vinos tintos y rosados, enfrenta un desafío menos grave y parece manejar la crisis de manera más efectiva.
Asaja destaca que “en El Bierzo la producción de uva está muy vinculada al viñedo viejo, con sistemas de producción y dimensiones de parcelas que dificultan la mecanización, lo que encarece los costes con respecto a otras zonas productoras. Estos mayores costes hacen que, ante momentos de contracción de la demanda, la crisis para los productores sea mayor que en otras zonas vitivinícolas”.
Por otro lado, el incremento del crédito durante los últimos dos años, junto con la restricción en la financiación debido al deterioro de las cuentas de resultados de algunas bodegas, “está ocasionando que las empresas carezcan de liquidez para abonar la compra de uva”, sostienen.
Para la organización agraria, “es importante señalar que la Ley de la Cadena Alimentaria establece la obligación de formalizar contratos, facturar a los 15 días después de la entrega y realizar el pago a los 30 días de emitir la factura. Además, los vinos tintos de crianza o reserva, que son los que generan un mayor valor añadido, requieren permanecer en bodega durante dos años o más, lo que implica la necesidad de financiamiento, ya sea con recursos propios o ajenos”.
Asaja solicita al sector vitivinícola de las bodegas que realice un esfuerzo por adquirir la totalidad de la uva de la comarca de El Bierzo, asegurando precios justos y, en cualquier caso, respetando la Ley de la Cadena Alimentaria, lo que implica evitar la venta a pérdidas.
La organización agraria también insta a la Junta, al Estado y a la Diputación Provincial a intensificar las campañas de promoción del vino tanto a nivel nacional como internacional, y pide que se habilite un sistema de financiación para las bodegas que no requiera avales ni intereses, utilizando para ello entidades públicas como el ICO o SAECA.