«La agricultura es la profesión propia del sabio, la más adecuada al sencillo y la ocupación más digna para todo hombre libre”, nos dejó dicho Marco Tulio Cicerón.
Mucho ha cambiado la agricultura desde entonces y mucho ha cambiado la visión que la sociedad tiene del agricultor o el ganadero, que por desgracia dista bastante de la concebida por Cicerón, o por la propia PAC, que ya en 1962 establecía como principal objetivo representar la asociación entre la agricultura y la sociedad.
Una sociedad cada día más sensible al medio ambiente, que olvida que los agricultores y ganaderos son esas ‘personas esenciales’ que viven en nuestros pueblos y trabajan para producir alimentos.
Producir alimentos desde la sostenibilidad, con menos recursos y menor impacto ambiental, adaptándose como siempre ha sido a las exigencias y necesidades de la población.
“La sociedad no puede olvidar que agricultor y ganadero son ‘personas esenciales’ que producen alimentos”
Pero la agricultura española no se puede concebir sin regadío. El agua es esencial para la producción agrícola y la seguridad alimentaria. La agricultura de regadío aporta el 40% de la producción total de alimentos, genera riqueza y es clave para el desarrollo del territorio.
Debemos reconsiderar seriamente la gestión del agua en el sector. Pero no podemos hacerlo sin los agricultores y ganaderos; ellos son los máximos interesados en el cuidado del agua y no pueden ser siempre los culpables, y en consecuencia las víctimas de medidas restrictivas que les abocan al abandono de su actividad.
La solución pasa por todos, tenemos que dar cumplimiento a las exigencias ambientales impuestas por Europa sin parar el desarrollo de la actividad agrícola y ganadera, de las industrias agroalimentarias y de las personas que trabajan cada día por continuar, como sus padres, llevando con orgullo pertenecer a la profesión más digna del hombre libre.
Tendremos que estar muy atentos y reclamar activamente nuestra participación como sector en la toma de decisiones. No podemos mantenernos al margen y esperar acontecimientos ante uno de los grandes retos de la agricultura: el agua y las personas