Aitana Sánchez
Tras la decisión de imponer aranceles a los coches eléctricos provenientes de China, el gigante asiático contempla tomar medidas contra los productos agrícolas de la Unión Europea, especialmente en la carne de cerdo.
Sin embargo, ante esta situación, el sector asegura estar “tranquilo” y no tener “ningún miedo” si solamente se trata de una revisión de trazabilidad, seguridad alimentaria, etc., ya que “está haciendo un buen trabajo”, como expresa Miguel Ángel Ortiz, presidente de Feporcyl.
“Esto ya se lleva dando hace un tiempo y ahora políticamente se ha avanzado. Es una guerra comercial entre dos países diferentes y cualquier guerra comercial es mala para todos”, expresa Ortiz.
El sector asegura que los estándares de calidad y seguridad que tiene España son de los más altos, “por no decir los más altos a nivel mundial”. Las exportaciones desde España han estado aumentando a un mayor número de países (unos 150). “En algunos momentos hemos estado en un 35% de exportaciones a China, ahora estamos aproximadamente en un 20%. En ese compromiso de no tener tanta dependencia ya nos estamos preparando por si mañana el gigante estornudara”, adelanta el presidente de Feporcyl. “Aunque todavía pesa, cada día pesa menos para España”, concluye.
Por su parte, Miguel Ángel Higuera, director de la Asociación Nacional de Productores de Ganado Porcino (ANPROGAPOR), ve con algo más de “preocupación” las noticias del Ministerio de Exterior chino.
La carne de porcino representa el 61% de las exportaciones de productos alimentarios que se venden a China y España es el número uno mundial de exportación de porcino al país asiático. “La relación que hemos tenido con los importadores chinos durante los últimos 20-25 años ha sido excelente y eso nos da una posición en el mercado muy buena”, asegura Higuera.
“Estamos preocupados de cómo un aspecto que no debería afectarnos, que es la falta de competitividad de otro sector, nos afecta a nosotros que sí que hemos hecho los deberes, sí que nos hemos actualizado, sí que somos competitivos y sí que hemos ganado mercados internacionales. Ahora nos encontramos con que por culpa de un tercero nos pueden poner unos aranceles que pueden limitar nuestra capacidad de exportación”, detalla.
Pero en cuanto a las investigaciones, el sector no tiene ningún miedo. “Sabemos que está todo perfecto, pero las autoridades chinas pueden hacer una interpretación interesada de los resultados de su propia investigación. Aun así, nosotros sabemos que ninguna empresa de toda la Unión Europea vendió a China por debajo de los costes de producción”.
