En el oeste de la provincia de Valladolid se ha dado el primer corte a la alfalfa en cerca de la mitad de la superficie de cultivo, con una buena impresión general. En esas parcelas el segundo corte puede darse a finales de mayo o principios de junio.
La campaña de la alfalfa está bien planteada y las producciones serán, en principio, adecuadas, aunque sin llegar a los niveles de producción del año pasado, apunta Rafael Rubio, responsable de Forrajes y Proteínas.
Adicionalmente, muchas compañías conservan todavía producto almacenado de no buena calidad, lo que también puede condicionar la evolución del mercado.
El efecto de las lluvias
Más al norte, en Tierra de Campos, la semana pasada empezó a darse el primer corte, pero las lluvias interrumpieron las labores. Unas lluvias que, en general, le han venido bien al cultivo “y le van a permitir desarrollarse más”, señala Felipe González, gerente de Cofocyl.
Ello permitirá compensar parcialmente los efectos de las heladas de abril, que ha limitado el crecimiento de la planta. Como resultado, podemos hablar de un año de cantidad y calidad normales, según González.
Las heladas de abril afectaron menos en cantidad y calidad a las vezas, un cultivo más rústico que la alfalfa. Y la lluvia ha favorecido a un cultivo que espera una buena cosecha, en cantidad y calidad, en palabras de González.
De forma paralela, existe una creciente demanda de avena para forraje, tanto en España como en el exterior, lo supone una buena noticia para una producción muy interesante desde el punto de vista agronómico; en los secanos ofrece un buen comportamiento y en los regadíos de Castilla y León permite a muchos agricultores plantearse una doble cosecha: avena para forraje y, tras la cosecha, en el mes de mayo, en apenas una semana se puede sembrar el maíz, con la variedad y el ciclo que le interese al agricultor.
El momento de la siega es precisamente el mes de mayo porque es cuando en la avena se forma el ramillete, que aportará al animal una dosis óptima de proteína, fibra y azúcares. El resultado es un alimento con menos proteína que la alfalfa, pero con más azúcar. Está considerada como un muy buen alimento por su alto nivel de fibra digestible, bajo nivel de potasio y agradable sabor.
Segundo corte
José Manuel Raposo, de Melgar de Abajo (Valladolid), ha dado el primer corte a la alfalfa y ha preparado bolas para silo entre el 10 y el 11 de mayo. La alfalfa de secano ha crecido bien por las lluvias de esta primavera, que también han favorecido a un regadío que no ha necesitado aportes de agua.
Tomó la decisión de segar porque la alfalfa ya se había desarrollado y no crecía más por culpa de las heladas de abril. Además, al dar ese primer corte se adelantaba al crecimiento de las adventicias.
Para el segundo corte deberá esperar en torno a un mes, aunque será la temperatura quien determine la fecha. Si lo considera oportuno, no hará ese segundo corte y destinará la alfalfa a grano, que recogerá a mediados de agosto. Su producción de alfalfa es 100% ecológica, puesto que ya se encuentra en el quinto año del proceso de conversión.
Apunta que los forrajes están bien de precio para el agricultor, a pesar del descenso espectacular en las exportaciones y de que su valor no está sometido a la tensión que genera la demanda exterior. Con todo, su precio no está tan alto como el de las materias primas empleadas para la elaboración de piensos.
Raposo también cultiva avena para forraje y veza. Es ahora cuando debe decidir si cosecha o si deja la planta hasta verano, para grano. Para tomar la decisión debe tener en cuenta varias cosas, como los precios de cada momento. La veza para grano da entre 1.000 y 1.200 kilos por hectárea, mientras que para forraje puede dar de 3.000 a 4.000.
También hay que tener en cuenta que cuando la veza se corta en flor es cuando aporta mayor cantidad de nitrógeno al suelo. Y también depende del tiempo atmosférico, porque la humedad puede estropear la planta y hacer que pierda gran parte de su valor.
Alfalfa para autoconsumo
José Luis Fraile, en Cubillo de Ojeda (Palencia), es un ejemplo de ganadero que es al mismo tiempo agricultor. La meteorología no se ha portado bien con su cultivo, situado en fincas a 1.100 metros sobre el nivel del mar. La planta acusa sobre todo las bajas temperaturas. Este año ha debido entrar a eliminar malas hierbas y oxigenar la alfalfa, sobre todo la que ya tiene más años. También ha debido tratar contra la pulguilla a principios de mayo. Destaca que en la comarca las alfalfas no tratadas presentan mal aspecto.
Su alfalfa es para autoconsumo, aunque a veces vende parte de la producción. Este año ve que el forraje mantiene su precio porque hay mucha demanda. Además, también hay que tener en cuenta que el ganadero no puede comprar caro aunque quiera, ya que después no podrá repercutir esa subida de los costes de producción en el precio de la leche.
Fraile es presidente de la IGP Lechazo de Castilla y León y señala que va a solicitar una reunión con la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural para hallar fórmulas que amparen a la ganadería. “Se trata de un sector que no solo fija población en el medio rural, sino que es fundamental incluso para la agricultura española, que destina la mayor parte de su producción a alimentar al ganado”, recalca.