La cuenca del Duero está por encima del 82% de su capacidad de embalsado. Los regantes coinciden en la percepción de que podrán disponer de todo el líquido que necesiten para los cultivos. Aún queda margen para acumular más antes de abril
La perspectiva no puede ser mucho mejor para el regante en lo que se refiere a disponibilidad de agua para la campaña, que comenzará oficialmente dentro de un mes. Las nieves caídas en enero y el posterior deshielo han supuesto una recarga considerable de los embalses en poco tiempo. La CHD ha emitido 72 avisos hidrológicos en tiempo real durante el último episodio de avenidas, que comenzó el pasado 24 de enero y concluyó el miércoles 17 de este mes de febrero, fecha en la que dio por concluido el reciente período de crecidas en los ríos y afluentes de la cuenca.
Ha sido el episodio de estas características más largo de los últimos quince años.
En alguno de los pantanos ha sido incluso necesario desembalsar, en previsión de que lo que queda de invierno y la primavera sea lluvioso. El embalse del Pontón Alto (Segovia), por ejemplo, ha recibido durante el último episodio de avenidas -entre el 25 de enero y el 1 de febrero- un volumen de agua procedente de las lluvias y el deshielo de 13,59 hectómetros cúbicos: dos veces la capacidad de la presa, que alcanza los 7,4 hectómetros. En el primer episodio de cuatro días las aportaciones fueron superiores al volumen total del embalse, constatando así la limitada capacidad de laminación debido a su pequeño tamaño.
Los embalses del Duero están, la mayoría, por encima del 80%. No tienen más en previsión de que se produzca un deshielo rápido y haya inundaciones, como acuerda la Comisión de Desembalse en octubre. El Sistema Pisuerga –al 75,3%- es el que peor está. El Sistema Esla Órbigo es ahora mismo el que mejor se encuentra con vistas a los regadíos.
Dotaciones máximas
Al inicio de los riego es casi seguro que superarán el 90%. “Ni una sola zona va a tener problemas de riego”, comenta convencido Ángel González, presidente de Ferduero. En esta ocasión hay, además, muchas posibilidades de que la campaña finalice en septiembre con reservas para 2022, “venga el verano como venga”. Además de a las lluvias y nieves, achaca esta ventaja González a “las modernizaciones y a que el regante cada vez está más concienciado de lo que debe hacer”.
Por todo esto cree que las dotaciones para las comunidades de regantes no traerán consigo ninguna sorpresa, y volverán a ser las máximas. “Podría ser un copia y pega del año pasado”, dice. La CHD ha comenzado este miércoles a celebrar las juntas de explotación para asignar las dotaciones a cada comunidad de regantes.
En la comunidad de regantes abulense Río Adaja, con sede en Nava de Arévalo, también se frotan las manos ante la perspectiva de que este año van a tener el agua que necesitan para garantizar las buenas cosechas. “Incluso es posible que dejemos agua en reserva para el año que viene”, confía el presidente, Juan José Rodríguez. Del embalse han soltado agua desde diciembre. “El río trae buen chorro, así que en mayo seguirá habiendo. Lo principal es que podamos regar, que así habrá buenas producciones”, dice satisfecho Rodríguez.
“Podemos decir que, en cuanto a agua, la campaña se presenta muy bien”, reseña Luis Alberto Nebredo, presidente de la comunidad de regantes Canal de Pisuerga. “El campo está bien, pero la pandemia nos limita al máximo las reuniones y movilizaciones. Somos conscientes de que se nos tiene que tener en cuenta porque somos un sector esencial y no se nos puede ningunear ni despreciar”, añade.
Y es que otra cosa diferente es ya mirar a más largo plazo. No han recibido respuesta alguna a las alegaciones que presentaron al Plan Hidrológico y se temen en esa asociación que no les hagan caso alguno. “Por sus hechos les conoceréis”, sentencia sin querer extenderse más.
Plan Hidrológico
En estas alegaciones proponían aumentar la capacidad de embalse en una cuenca como la del Duero con capacidad para ello y apostar por las modernizaciones de los regadíos, sobre todo teniendo en cuenta la incidencia que tiene en el cambio climático. También se oponían el nuevo canon ambiental por el uso agua, sobre todo si es el regante el único con esta carga. “Tenemos las rentabilidades ya muy justas, así que no nos pueden penalizar con otro impuesto”, reclama Nebredo.
Los de Río Adaja han abonado finalmente el canon sin que se les haya habilitado la compensación que reclaman por la sequía que les tocó sufrir en 2019. “No me explico por qué a nosotros nos castigan de esa manera”, se queja argumentando que la Administración sí ha puesto en marcha otras ayudas para sequías e inundaciones que incluyen hasta años anteriores.
Respecto a las alegaciones al que será el próximo Plan Hidrológico considera que la Confederación Hidrográfica del Duero sí le ha quedado constancia de que tiene “una oposición muy grande”, en la que incluye a la Consejería de Agricultura de la Junta de Castilla y León. Espera que tengan en cuenta a los regantes, que a juicio de Juan José Rodríguez son “los paganos de todo”.
Además, no cree que los requerimientos sean descabellados: “Lo que se les ha pedido se refiere a incumplimientos del Plan anterior, que lo han echado más atrás de lo que estaba. No tiene sentido”.
Ferduero participa en las reuniones que está manteniendo la Dirección General del Agua por videoconferencia para tratar de acercar posturas respecto al futuro Plan Hidrológico. “El del riego siempre ha sido un sector al que le gusta hablar y llegar a acuerdos, pero las dos partes tienen que poner algo encima de la mesa. Nosotros no vamos a entrar a la imposición”, avanza González.
Es “un poco escéptico” sobre que la solución final sea satisfactoria “porque son muchas cosas en contra del regadío”. “No sé hasta qué punto están dispuestos a hablar de realidades…”, añade.
Confía en que si alcanzan un consenso con la Dirección General del Agua también la Confederación Hidrológica del Duero tendrá que acatarlo. “Vamos a ver… Siempre tienes alguna expectativa, pero hay muchos acuerdos anteriores firmados y que no se ha hecho nada”, recrimina. “Ahora lo tienen complicado para que votemos a favor. Pueden aprobarlo sin nosotros, pero somos los que pagamos: los usuarios directos”, recuerda.