El mercado de maquinaria agrícola en 2020 ha caído un 9%. Y lo primero que se podría pensar es que ha sido debido a la crisis que lamentablemente seguimos viviendo, pero no ha sido exactamente así.
“En febrero de 2020 el mercado acumulado a doce meses se situaba en una cifra un 17% inferior a la de febrero del año anterior, por lo que cerrar la anualidad con una caída del 9% en medio de una crisis económica como la actual reafirma mi opinión de que la demanda de maquinaria está condicionada por las variables propias del sector agrario”, puntualiza Ignacio Ruiz, secretario general de la Asociación Nacional de Maquinaria Agropecuaria y Espacios Verdes (Ansemat).
El mercado de maquinaria se hundió hace un año durante un mes debido al shock que supuso para todos la declaración del estado de alarma, pero se recuperó rápidamente tras las gestiones realizadas por Ansemat para que el sector de la maquinaria agrícola fuera declarado por el MAPA como sector esencial. A partir de mediados de abril de 2020 el mercado empezó a crecer y así lo ha estado haciendo ininterrumpidamente hasta ahora.
“La crisis, que estamos viviendo, claro que afecta a la agricultura, pero lo hace principalmente recortando la inversión en los mercados de maquinaria usada. El de nueva se mueve según lo hace el valor de la producción vegetal, y por ello tiene comportamientos distintos en función de los tipos de cultivos”, señala Ruiz.
De esta forma, en 2020, gracias a las buenas cifras de producción alcanzadas en cultivos extensivos -principalmente cereales-, Castilla y León ha crecido un 12,6% mientras el total nacional caía lastrado principalmente por el mercado de Andalucía, que ha perdido un 35%.
Castilla y León ha recuperado en 2020 la segunda posición en el ranking de registros de maquinaria con una cuota del 14,4%, y esto ha sido posible gracias al crecimiento del mercado de maquinaria de laboreo, fertilización, tractores estándar y protección de cultivos.
El mantenimiento del mercado de sembradoras gracias a las ayudas del Plan Renove en 2020, de las cuales la región es receptora del 58% del presupuesto total, “es un pilar básico para la recuperación del mercado”, recalca el secretario de Ansemat.
En 2021, Castilla y León sigue creciendo (un 16,4% en lo que va de año) pero a una velocidad inferior a la media nacional, aunque de momento la previsión de cosecha augura un crecimiento que incluso puede despuntar en el segundo semestre.