La agricultura, la ganadería y la alimentación de todos los europeos se verá afectada por la guerra iniciada por Rusia en Ucrania. El mercado agroalimentario europeo tiene fuertes y complejas interrelaciones que se verán trastocadas por este conflicto bélico, el más grave que acontece en Europa desde hace décadas.
La organización agraria UPA ha condenado rotundamente el ataque de Rusia y ha pedido a la Comisión Europea que articule un plan de contingencia agroalimentaria.
El secretario de Relaciones Internacionales de UPA, José Manuel Roche, que iba a reunirse en Bruselas con el vicepresidente de la Comisión, Frans Timmermans, ha señalado la gran preocupación que genera este conflicto entre los agricultores y ganaderos: “Nos tememos una subida aún mayor de los costes de producción”, ha advertido.
“Esta crisis puede tener graves efectos directos e indirectos. La UE es muy dependiente energéticamente de Rusia, uno de los mayores productores de petróleo y de gas natural, lo que repercute directamente en la producción de abonos.
España importa una cantidad considerable de cereales (el 42% del total de importaciones en 2020) y aceite de girasol (el 25% en 2020) desde Ucrania. Unas importaciones que podrían verse comprometidas por el conflicto bélico. En cuanto a las exportaciones españolas al país ucraniano, los productos agroalimentarios no son significativos.
El campo tiembla tras la invasión de Ucrania
Los efectos de la invasión de Ucrania son todavía impredecibles, pero UPA cree que la Comisión Europea debería haberse adelantado a esta coyuntura preparando un plan de contingencia que mitigue los daños. La clave para UPA es salvaguardar la soberanía alimentaria de Europa y recuerdan los terribles daños económicos que supuso el veto ruso a nuestras exportaciones tras el penúltimo episodio de este conflicto.
España es hoy por hoy el principal destino de las exportaciones de maíz ucraniano. Un maíz que es clave en la alimentación animal, sobre todo en los sectores porcino y avícola. “Debe articularse un plan para evitar un potencial desabastecimiento y frenar la escalada de los piensos”, aseguran desde UPA.
UPA reclama un plan proteico ambicioso para que Europa sea más autónoma en materia de producción de piensos. Es imprescindible apoyar la producción de leguminosas adaptadas a las características climáticas, tanto para consumo humano como animal. En cuanto a las previsibles sanciones a Rusia que aplicará la UE, la contestación por parte de Rusia también podría ser dañina para el sector agroalimentario.
Asaja muestra su preocupación por las repercusiones del conflicto para el sector agrario
Asaja “lamenta profundamente” que las amenazas de conflicto armado entre Rusia y Ucrania se hayan hecho realidad y la diplomacia internacional no haya sido capaz de evitarlo. A las graves consecuencias de pérdidas en vidas humanas en Ucrania, habrá que añadir los efectos que para la economía europea y mundial tendrá este conflicto.
El sector agrario español será, sin duda, uno de los damnificados. Nuestras importaciones de cereales y girasol, así como de medios de producción básicos como abonos y fertilizantes, se resentirán gravemente, lo que implicará un nuevo encarecimiento de los costes de producción para el sector.
Ucrania es, hoy por hoy, el granero de Europa en lo que a cereales se refiere y el primer productor mundial de semillas, harinas y aceites de girasol. De igual manera, el gas y el petróleo ucranianos son la base para la producción de abonos y fertilizantes para toda Europa y el conflicto armado tendrá consecuencias de peso para el comercio comunitario, con un importante incremento de precios, y desde luego para el sector agrario español aquejado de una importante crisis de rentabilidad.
Hay que recordar que España, deficitaria en cereales, importa anualmente casi el 30% del maíz que necesita de Ucrania. En 2018 las importaciones de maíz alcanzaron los 2,8 millones de toneladas, por un valor de 460 millones de euros (España fue el segundo destino de las exportaciones ucranianas de maíz). Además, el 60% de nuestras compras en el exterior de aceite de girasol también proceden de Ucrania, así como el 17% del trigo, el 31% de las tortas de aceites vegetales y el 15,4% de leguminosas grano.
El destino de todas estas importaciones es, fundamentalmente, la elaboración de piensos para nuestra ganadería y una falta de suministro derivará en el encarecimiento de estas materias primas, algo que para los ganaderos españoles sería de fatales consecuencias en estos momentos que nos vemos afectados por la sequía que padece España.
Otros factores de producción agrícola como abonos y fertilizantes también se pueden ver seriamente afectados por el comercio con Ucrania, y eso provocará nuevas subidas de precios. En suma, un nuevo varapalo más para las explotaciones agrícolas y ganaderas españolas que se encuentran asfixiadas por unos costes de producción nunca vistos y unos precios de venta en origen que no permiten que la actividad agraria resulte rentable para el productor.
Por todo ello, “hacemos un nuevo llamamiento al Gobierno de Pedro Sánchez para que ponga en marcha, de forma urgente, un Plan de Choque para el sector agrario que le permita salir a flote de la comprometida situación en la que se encuentra”.