El resultado de la votación (42 votos en contra por 34 a favor) pone de manifiesto la oposición de los integrantes del Consejo del Agua de la Demarcación del Duero al considerar que la orientación del texto final no es acorde a los objetivos y necesidades planteados, y en especial se considera que no se otorga el peso necesario al reto demográfico donde la agricultura de regadío tiene un papel fundamental.
Por primera vez el Proyecto de Plan Hidrológico propuesto no cuenta con el consenso del Consejo del Agua de la demarcación del Duero.
El Consejo del Agua está formado por los actores principales del sector, y lo componen organismos estatales, comunidades autónomas, entidades locales, usuarios, comunidades de regantes, organizaciones ecologistas, organizaciones profesionales agrarias, asociaciones de empresarios y sindicatos.
La Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural ha lamentado no haber podido obtener un texto consensuado ante la escasa consideración que se ha tenido al `Acuerdo de alegaciones al Proyecto del Plan Hidrológico de la Cuenca del Duero 2022-2027´, en el que se detallaban una serie de peticiones esenciales y necesarias para el uso sostenible, racional y equilibrado del agua para el regadío de Castilla y León.
El Acuerdo fue suscrito conjuntamente con ocho de las nueve diputaciones provinciales (Ávila, Burgos, Palencia, Salamanca, Segovia, Soria, Valladolid y Zamora), las cuatro organizaciones profesionales agrarias con representación en la Comunidad (Asaja, Coag, Upa y Uccl), la Unión Regional de Cooperativas Agrarias de Castilla y León (Urcacyl), y la Asociación de Comunidades de Regantes de la Cuenca del Duero (Ferduero).
El voto particular presentado por la Junta incide en que las alegaciones presentadas se consideran esenciales e imprescindibles para el uso sostenible, racional y equilibrado del agua para el regadío en Castilla y León, en desventaja competitiva con otras Comunidades.
La Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural insiste en que el Proyecto actual no cumple con muchas de las necesidades del regadío de la Comunidad Autónoma como son las tan necesarias regulaciones y aprovechamiento de los caudales, los nuevos regadíos, el aprovechamiento sostenible de las aguas subterráneas y las medidas contra la contaminación difusa.