Los análisis de la Interprofesional del Vino de España (OIVE) ponen en evidencia que el porcentaje de consumo semanal de bebidas desciende, con los vinos tintos y blancos como los que mejor se comportan. El espumoso es uno de los más afectados por su cariz festivo y de celebración. La Interprofesional ha trasladado a la Administración la necesidad de activar de nuevo medidas extraordinarias para paliar los efectos de la pandemia sobre los mercados de la viticultura.
-¿Qué balance hacen de la campaña del año pasado?
-El sector agroalimentario en general ha demostrado en esta crisis su compromiso con la sociedad, ya que en los momentos más duros de la pandemia siguió trabajando, incluso con más intensidad, a pesar de las dificultades para que a los consumidores no les haya faltado producto en ningún momento. En el caso del vino, el momento de mayor riesgo fue durante la vendimia pero la seguridad fue una máxima entre los trabajadores gracias a la colaboración de instituciones, ayuntamientos y bodegas.
Este esfuerzo derivó en una vendimia tranquila sin focos significativos de contagio. Esperemos que en la próxima campaña las cosas sean muy diferentes y nos encontremos con un escenario de lo que se llama nueva normalidad.
-¿Cómo ha afectado al viticultor, cooperativas y bodegas el estado de alarma?
-La pandemia de la COVID-19 está teniendo efectos demoledores en el sector vitivinícola español. Un año de cierre y limitaciones en el canal Horeca de ámbito mundial han pasado factura tanto a nuestras ventas en el exterior como en España, y se ha transmitido a todos los eslabones de la cadena en algún momento. Y lo que es peor, los efectos de la crisis sanitaria persisten y sin claros visos de remontar a corto plazo.
-¿Se han resentido mucho los mercados? ¿Cómo van las ventas? ¿Hay más existencias almacenadas de las deseables?
-La caída en el mercado nacional ha sido muy fuerte debido principalmente al cierre de la restauración y aunque parte del consumo durante la pandemia se trasladó a los hogares, ese incremento no suplió la caída en el canal Horeca, ni en volumen, ni sobre todo en valor.
Según los datos que manejamos en España se dejaron de consumir un total de 2 millones de hectólitros en 2020, una cifra cercana al 20% de caída, que será superior en términos de valor. Todo esto ha provocado una situación de altas existencias en bodega, cuando estamos a las puertas de una nueva cosecha.
-¿Esta situación ha afectado más a unos vinos que a otros?
-Todos los vinos se han visto afectados en mayor o menor medida. Según un reciente informe encargado por OIVE a través de casi mil encuestas ‘online’ se evidencia que el porcentaje de consumo semanal de las distintas categorías de bebidas desciende, siendo el vino tinto, seguido del blanco los que mejor se comportan. En la comparativa de estilos, el espumoso es uno de los vinos más afectados por su cariz festivo y de celebración.
-¿Han servido para paliar los problemas las ayudas de la Administración (poda en verde, almacenamiento, destilado…)?
-Las medidas extraordinarias activadas en 2020 aliviaron en su momento el desequilibrio en los mercados, pero no fueron suficiente. Además, hay que tener en cuenta que los efectos de la pandemia continúan y por ello hemos trasladado a la Administración la necesidad de activar de nuevo estas medidas, pero con un presupuesto extraordinario y suficiente para acometer las medidas a gran escala. No se puede recurrir a los fondos del Plan de Apoyo al Sector Vitivinícola (Pasve) como ya ocurrió el año pasado. Dichos fondos son más necesarios que nunca, si cabe, porque que buscan reactivar también el mercado y apoyar la comercialización, por lo que el sector no puede permitirse renunciar a ellos.
-¿Fueron suficientes? ¿Echan alguna de menos?
-Como decían anteriormente, aliviaron, y llegaron justo antes de la nueva cosecha. En aquel entonces tampoco se valoraba que la situación de la pandemia se iba a prolongar tanto. Prácticamente un año después tenemos una situación similar de altas existencias por un mercado que no ha podido relanzarse por nuevas restricciones en todo el mundo y con una cosecha a la vuelta de la esquina. Hace falta aplicar nuevamente las medidas, pero lo que pedimos es que el dinero no salga del sector sino que se habilite un presupuesto extraordinario.
Además, se hace necesario estudiar cómo aplicar una norma de comercialización para todo el vino de España. En ello estábamos trabajando OIVE y el Ministerio de Agricultura cuando irrumpió la pandemia por lo que volveremos a retomarlo ya que son medidas que definirán qué queremos ser como sector.
-¿Serán necesarias otra vez ayudas de la Administración?
-Las bodegas están haciendo un esfuerzo por adaptarse a esta realidad y buscando otros canales de comercialización pero, a cinco meses de una nueva vendimia, se necesita un presupuesto extraordinario para que sean eficaces las medidas tanto en la oferta como en la activación de la demanda.
No hay que olvidar que una viña plantada, si se deja de cultivar por falta de rentabilidad, o que una bodega se vea obligada a cerrar provocará que perdamos parte de nuestro patrimonio. Por ello, esperamos que tanto el gobierno central como el europeo trabajen por defender nuestro sector.
-¿Qué previsiones manejan respecto a cómo irá todo esta campaña?
-Es pronto para aventurarnos a decir cómo será esta campaña en lo que concierne al ciclo de la planta. En cuanto a los factores exógenos, esperemos cerrar la campaña con los menores stocks posibles en bodega. Lo que todos deseamos es que la vacunación sea una realidad y llegue a la mayor población posible para que podamos recuperar una relativa normalidad y recuperar nuestros mercados.
-¿Repuntarán los mercados?
-La generalización de la vacunación será el factor para dicho repunte, aunque ya hay mercados que presentan una mejor evolución como Reino Unido y Canadá, principalmente en volumen, mientras que Países Bajos, Suiza, los escandinavos (Suecia, Dinamarca y Noruega), Irlanda, Brasil y Polonia han crecido tanto en volumen como en valor. Por su parte, EEUU se mantiene muy estable y con la eliminación de los aranceles (de momento de forma temporal) esperemos que se incremente la presencia del vino español.