La consejera de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, María González Corral, ha destacado el papel líder de Castilla y León en la producción de planta de fresa y su transformación, a lo que se suma ahora la obtención del fruto directamente en invernaderos.
Castilla y León, con 35 viveros productores de planta de fresa y una superficie de 1.500 hectáreas, es la primera productora de planta de Europa, con unos 950 millones de unidades al año.
“Las condiciones climáticas de la comunidad, junto a la experiencia de los productores, han permitido que seamos referentes absolutos de un cultivo de alto valor económico”, ha señalado durante una jornada de trabajo en la comarca del Carracillo, en Segovia.
Los viveros de la comunidad finalizan estos días la cosecha de las plantas que se han cultivado y multiplicado en campos de Segovia, Ávila, Valladolid y Soria para su trasplante en campos e invernaderos de latitudes más meridionales.
La producción de planta fresa (87% del total nacional) tiene como destino Andalucía y la Unión Europea, principalmente Italia y Grecia.
Casi un tercio de la planta fresca se envía a países ajenos a la UE, como Marruecos, Argelia, Túnez o Jordania. De manera menos significativa, también a Costa Rica, Panamá, Perú y Georgia. En cuanto a la planta conservada en cámara frigorífica hasta diciembre, Argelia y Brasil concentran más del 60 % de las exportaciones, pero también llegan a otros países como Egipto, Argentina, Uruguay, Armenia o China.
Jornada técnica junto al sector
La consejera ha conocido los retos del sector durante una jornada técnica organizada por el Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León (Itacyl) en Chañe, Segovia.
También ha visitado campos e instalaciones de las empresas Viveros Campiñas, Mumu e Ideal Fruits para conocer el arranque de la planta de fresa y su procesado, así como las líneas de envasado del fruto para la venta al consumidor.
“El sector de la fresa es un ejemplo de cómo la especialización en la agricultura genera riqueza y empleo en el medio rural. La inquietud de los emprendedores y la apuesta por la calidad permiten activar la economía de nuestros municipios y llevar el nombre de Castilla y León a numerosos países europeos y de otros continentes”, ha afirmado González Corral.
Nuevos proyectos
Entre los principales retos del sector se encuentra la búsqueda de alternativas para la desinfección de los suelos en los que se cultiva la planta de fresa. Para ello, el Itacyl viene trabajando en distintos proyectos de investigación.
El más reciente, cuyos resultados definitivos aún no se han publicado, ha consistido en un proyecto Feader para nuevas estrategias en la desinfección, con 141.000 euros. Junto a ello, se ha puesto en marcha otro proyecto Horizon Europa, denominado BioVIVE, que se desarrollará hasta 2028 con 356.000 euros para la búsqueda de biosoluciones para el control de patógenos en cultivos hortícolas.
Aunque no haya resultados definitivos, los esperados son los siguientes: producir fitosanitarios alternativos de origen biológico obtenidos de fuentes naturales y el desarrollo de nanomateriales avanzados que permitan la reducción del uso de fitosanitarios.
En total, desde 2003, el Itacyl ha destinado 1,4 millones para financiar distintos proyectos para mejorar la competitividad del sector de la fresa de Castilla y León.
“Estas jornadas buscan poner de manifiesto los problemas y los retos a los que se enfrenta el sector y abordar todos juntos tu solución. Desde el ITACYL tenemos una actividad muy importante en proyectos de innovación vinculados a la planta de fresa. Tenemos que ofrecer nuestros medios a las empresas para abordar las necesidades de la industria agroalimentaria”, ha declarado Rafael Sáez, director general del ITACYL.
El encuentro ha finalizado con una mesa de debate en la que se ha hablado sobre las problemáticas del sector, como la falta de personal y de mano de obra o problemas en las infraestructuras y telecomunicaciones. También se ha hablado de la gestión de cubiertas vegetales y de la importancia de la biofertilización. “Una planta más nutrida y más fuerte es capaz de afrontar mejor las plagas y enfermedades. Aquí juega un papel importante la biofertilización. También es importante el aporte de soluciones bajas en carbono, para hacer el cultivo más sostenible”, ha sostenido Jose Ángel Cortijo, de Fertiberia.
