Las comunidades autónomas que acusan de manera más acentuada la reducción de la superficie agraria en favor de superficiales artificiales son Castilla La Mancha, Castilla y León, Comunidad de Madrid y País Vasco y la costa mediterránea con Región de Murcia y Comunitat Valenciana
Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos, tras revisar el reciente estudio publicado por el Parlamento Europeo sobre el reto del abandono de tierras después de 2020, destaca el serio peligro que existe en Europa en general y en España en particular de abandono de tierras agrarias, afectando así a uno de los principales motores de la economía de las zonas rurales, como es la actividad agraria.
Según ha analizado Unión de Uniones, este estudio indica que cerca de 56 millones de hectáreas corren el riesgo de ser abandonadas y se estima que 5 millones de ellas efectivamente lo serán en 2030.
En España, cerca del 10% presentarían riesgo alto y muy alto de abandono, lo que supondría una pérdida de unos 2,3 millones de hectáreas, equivalente a cerca de tres veces el tamaño de la Comunidad de Madrid. Por su parte, los datos históricos señalan que, entre 2012 y 2018, la superficie agraria en España se ha reducido, especialmente en regiones del centro peninsular (Castilla La Mancha, Castilla y León, Comunidad de Madrid y País Vasco) y la costa mediterránea (Región de Murcia y Comunitat Valenciana), en favor fundamentalmente de superficies artificiales.
La organización se hace eco del estudio que explica que, para paliar este fenómeno de abandono, cuyos factores atienden a diversas causas (biofísicas, agrícolas, estructurales, de mercado, regionales, institucionales y políticas), se analizan los distintos instrumentos de política agraria actuales como herramientas útiles para evitarlo, especialmente el segundo pilar de la PAC, particularmente las medidas agroambientales y climáticas y los pagos a zonas con limitaciones naturales u otras limitaciones específicas.
“Las ayudas son importantes”, señalan desde Unión de Uniones, “pero lo es más que las explotaciones tengan unas expectativas razonables de rentabilidad”. Por eso la organización, considera que la PAC no es suficiente y que se deben establecer medidas efectivas que aborden el problema del abandono de tierras de manera integral, “si no queremos que esto sea otro clavo en la tumba de la España vaciada”.
Unión de Uniones apuesta por una buena utilización de las herramientas de la PAC, por un lado, pero hace especial hincapié en la importancia y urgente necesidad de equilibrar la cadena alimentaria para que se remunere justamente el trabajo y los alimentos y servicios que ofertan agricultores y ganaderos a la sociedad, mejorar las infraestructuras rurales para reducir las brechas entre el mundo rural y urbano, flexibilizar el mercado de tierras y proteger el propio modelo productivo frente a otros de países terceros menos éticos y sostenibles.