Los agricultores y ganaderos ya han vendido sus productos a precios establecidos teniendo en cuenta esos aranceles y serán el resto de operadores y quienes se beneficiarán de esta suspensión temporal
Unión de Uniones califica como positivo para el sector agroalimentario la suspensión temporal por cuatro meses de los aranceles aplicados por Estados Unidos y los productos agroalimentarios procedentes de algunos países de la UE, entre ellos España y confía en que ambas partes lleguen a un acuerdo en ese tiempo que permita exportar con normalidad al mercado estadounidense.
Unión de Uniones recuerda que ésta ha sido una decisión que ha venido reclamando por los perjuicios ocasionados a determinados sectores alimentarios españoles. Los aranceles adicionales impuestos por Estados Unidos hace un par de años eran del 25% para los productos agroalimentarios y afectaban sobre todo al aceite de oliva envasado, los cítricos, la carne de porcino, vinos tranquilos envasados (con alcohol inferior a 14º), aceitunas verdes, quesos o conservas de moluscos. De entre esta lista de productos, el sector del aceite y la aceituna y vino han sido los más afectados.
La organización espera que la suspensión temporal por cuatro meses se plasme en un acuerdo definitivo que sirva para recobrar el ritmo de ventas al exterior y contribuya a mejorar la situación de los mercados de estas producciones.
No obstante, también señalan que cuando agricultores y ganaderos han vendido uva, aceituna o leche se descontó del precio la crisis de los aranceles y ahora el aceite y el vino se van a exportar sin ese lastre: “De momento, los que salen ganando con esto serán la industria y los exportadores; no los productores, que esta campaña ya la hemos cerrado”. Sólo los productores de entidades asociativas con vocación comercializadora e internacional podrían beneficiarse ahora de un escenario más fluido en el mercado.
En este sentido, Unión de Uniones hará un seguimiento en los próximos meses de la evolución de mercados y precios, tanto de exportación como percibidos por agricultores y ganaderos, porque una recuperación de las salidas de productos españoles a Estados Unidos debería tener ahora el efecto positivo, inverso al que tuvo la entrada en vigor de los aranceles.
La organización estará atenta también a las importaciones de aceite que se produzcan. Durante 2020 se han importado 242.500 toneladas de aceite virgen, 100.000 más que en el año anterior. Esto habría sucedido para atender con producto importado el mercado de Estados Unidos, al que se han exportado 161.000 toneladas el año pasado, un 22% más que en 2019. “Ahora ya no hay excusa para seguir trayendo aceite de fuera como se ha venido haciendo estos meses y esas importaciones tendrían que acabar”, concluyen.