El 13 de octubre se ha presentado a las Cortes Generales el Proyecto de Presupuestos Generales del Estado para 2022, que incluye un aumento del 5,2% en la partida destinada a agricultura y ganadería.
Unión de Uniones valora el impulso que los fondos europeos han dado al Ministerio de Agricultura, “incrementando de manera importante la previsión de gasto en inversiones y desarrollo rural”. No obstante, recuerda que “es precisamente en estos conceptos donde en pasados ejercicios falla la ejecución presupuestaria y pide a todas las administraciones agilidad y eficacia para que repercutan positivamente en el sector”.
En un primer análisis del proyecto de presupuestos del MAPA Unión de Uniones ve positivo su aumento hasta colocarlo en los 8.934,6 millones de euros en un contexto en el que, además, otros Departamentos como el de Transición Ecológico sufren recortes importantes. “El sector atraviesa dificultades importantes y los recursos nunca son bastantes” aclaran “pero al final los programas agrarios van a contar con casi 394 millones de euros más de gastos operativos”
Los capítulos operativos del MAPA (4 transferencias Corrientes, 6 Inversiones y 7 Transferencias de Capital) en lo que se refiere a programas agrarios, dispondría en 2022 de 8.679 millones de euros, de los cuales algo más de 436,1 corresponderían al mecanismo de recuperación y resiliencia europeo para gastos agrarios (sin contar los destinados a pesca). En este 2021, el paquete de recuperación agrario cuenta con 378,6 millones de euros (siempre cap. 4, 6 y 7).
En todo caso, hay que reseñar que solo un 1,8% de los fondos que vienen a España del mecanismo de recuperación irán al MAPA, contra algo más del 1,5% del presente año.
Esta inyección contribuye al incremento de las cuentas del MAPA. Sin embargo, el mayor peso del crecimiento lo sustenta, sobre todo, la aportación al desarrollo rural del fondo Next Generation, que eleva los gastos operativos de este programa hasta cerca de 1.920 millones de euros, con un aumento del 29,5% respecto del presupuesto de 2021.
El resto de los programas agrarios sufren variaciones al alza en porcentajes que varían entre el 4,4% para la competitividad y calidad de la producción y mercados agrarios; el 1,26% para sanidad animal y vegetal; el 2,9 para los recursos hídricos para regadío y el 2,16% para seguros agrarios.
La excepción la constituye el programa de regulación de los mercados, para el que se destinan en 2020 unos 112,7 millones de euros menos (-1,92%) que en 2021. Es en éste apartado en el que se incardinan los pagos directos de la PAC y el resto de medidas de apoyo a los mercados que dicha política financia. “Si se cumplen estas previsiones se confirma un recorte de la nueva PAC para su primer pilar”, temen desde Unión de Uniones, que ya avanzó que esta situación iba a producirse y por eso insiste en que los apoyos del Plan Estratégico se concentren en los agricultores profesionales.
En el análisis por capítulos y en lo que se refiere para el gasto agrario (no pesca), el aumento se concentra en el de inversiones, con un 22,9% más que en 2021 y en transferencias de capital (donde se coloca todo el peso del desarrollo rural), con un 20,3% de aumento.
Es fundamental que se ejecute el gasto
Para Unión de Uniones, más allá de las cuantías que se asignen, lo importante es como se ejecuten luego. Salvo en dos últimos ejercicios, en donde se ha ajustado mucho el gasto a a la previsión inicial, “el Ministerio de Agricultura tiene una larga tradición de baja ejecución” y sobre todo en las partidas que fundamentalmente alimentan el aumento previsto para 2022.
Así, en los ejercicios 2015 a 2020, la media de ejecución (pagos realizados contra créditos definitivos) en el capítulo de inversiones ha estado en el 61,5 %. En el ejercicio con mejor realización, 2020, se quedó en el 85%.
Y el cumplimiento medio en el mismo período para el capítulo de transferencias de capital ha sido del 79%. Tan sólo presenta un cumplimiento aceptable, hablando siempre de gastos operativos, el capítulo de transferencias corrientes, con un 92%, debido a que aquí el grueso lo suponen las ayudas directas de la PAC, que financia Bruselas íntegramente.
En cuanto al Mecanismo de Recuperación y Resiliencia, no existen antecedentes de ejercicios anteriores, pero en lo que va de 2021 hasta final de agosto, que es la última información publicada, solo se habían reconocido obligaciones por el 2,6% de los fondos destinados a los programas agrarios de este mecanismo. “Si no hay agilidad en las administraciones para que se puedan presentar los proyectos y conceder las ayudas, una parte de este dinero se puede quedar sin gastar”, lamentan desde la organización.
En total de 2015 a 2020 se han dejado sin ejecutar 8.223 millones de euros de los créditos definitivos de los que disponía el Ministerio de Agricultura para gastar, la mayor parte de ellos entre 2015 y 2018. En todo caso, en los dos ejercicios más recientes, no se han consumido 421 millones de euros del presupuesto operativo.
Reto demográfico
Unión de Uniones confía en que el recorte importante que sufre el Ministerio para la Transición Ecológica respecto de 2021, que es del 21,9% debido sobre todo al recorte en los fondos del Mecanismo de recuperación, no afecte a las partidas necesarias para asumir el reto demográfico en todas sus actuaciones y empezar a cerrar la escandalosa brecha que nos separa a los habitantes del medio rural respecto del urbano en atenciones básicas, según ha puesto de relevancia el informe reciente del Banco de España que pone de manifiesto. “También esperamos que en el aumento de las partidas para los programas medioambientales la Ministra haya previsto fondos para pagar el perjuicio a los ganaderos que, sin duda, va a tener, su capricho de meter al lobo en el LESPRE”, avisan desde la organización.
Unión de Uniones realizará un estudio más pormenorizado de las cuentas para presentar a los grupos parlamentarios sus propuestas de enmienda a los presupuestos, como hace en cada ejercicio.