La vendimia de 2025 no está siendo precisamente una fiesta. La recogida de la uva a lo largo y ancho del país no parece que vaya a ser demasiado positiva a nivel general. Al menos es lo que transmita un sector muy desanimado por culpa de los precios y la sequía en algunas zonas vitícolas.
En Castilla-Mancha hay una situación de tensión y se habla de peligro de subsistencia de miles de hectáreas. Según ha señalado el secretario general de ASAJA CLM, Florencio Rodríguez, muchos viticultores se encuentran “al borde del abismo” debido a los bajos precios de la uva que les están ofreciendo en la actualidad y que “en muchos casos son injustificados y no se corresponden con las variaciones en la producción o las condiciones de mercado reales”.
Para la campaña 2024/2025 se estima una producción que podría superar los 22 millones de hectolitros en Castilla-La Mancha, un panorama es de mayor volumen que el pasado año, pero los precios se van a situar por debajo de los costes en muchas zonas.
“Esta situación está provocando pérdidas considerables para los viticultores que ya están pensando en cómo reestructurar o incluso abandonar sus viñedos”, comenta Rodríguez.
Desde su organización piden a las bodegas y cooperativas que “defiendan un precio mínimo de venta del vino, de tal manera que repercuta en el precio de la uva y en las liquidaciones para los productores”.
Por último, el secretario general hace un llamamiento a los viticultores que forman parte de cooperativas para que participen activamente en su desarrollo y actividad. “Una buena gestión de la cooperativa es fundamental y hay que conseguir que las mejoras en los sistemas productivos, las inversiones en tecnología y los avances que se han desarrollado en los últimos años se traduzcan en un incremento del valor de las uvas”.
Florencio Rodríguez insiste en que es urgente tomar medidas para revertir la situación. “Necesitamos más transparencia, más información, más control en las prácticas enológicas y mayores garantías para que todo el sector recupere la confianza, sobre todo, teniendo en cuenta que el mercado está en constante cambio, con nuevas tendencias en los usos y consumos, tanto a nivel nacional como internacional”, subraya.
La sequía golpea duro en Cataluña
En Cataluña se van a sentir los efectos de la sequía. Se espera una cosecha un 40% inferior respecto a la del año anterior en toda la comunidad autónoma. Casi a mediados de septiembre ya mitad de la vendimia, la variedad macabeo ya se está acabando de cosechar en muchas comarcas, y en otras, como la Conca de Barberà, empieza ahora.
En cuanto a la cosecha de la variedad parellada, no será tan nefasta como se esperaba gracias a las últimas lluvias en la primera semana de septiembre. El macabeo, en cambio, sufrirá una bajada de producción del 31% respecto a la vendimia anterior, y la del xarel·lo también será mucho más baja.
Muchos viñedos del Penedès y del Camp de Tarragona tienen unas producciones medias que pueden oscilar entre 1.500 Kg-5.000 Kg/ha, mucho más bajas incluso que las de la campaña anterior. En la DO Terra Alta la situación tampoco es favorable, con producciones de 1.500 Kg/ha en fincas de secano, y de 5.000 Kg-6.000 Kg/ha en regadío. En el Priorat, en la DO Montsant, se prevé una cosecha de 3.000 Kg-4000 Kg/ha, un 50% menos que un año normal, y en la DOQ Priorat, entre 500 y 1.500 kg/ha, aunque en zonas de Porrera y Morera del Montsant la producción puede llegar a los 3.500 Kg-4.000 Kg/ha.
Según las cifras del control de pesadas por DO del Departamento, comparadas con las de cosecha de estas fechas de septiembre del pasado año, que ya fueron bajas se extraen estos datos:
En el ámbito DO Cava, un 24,5% menos; en la DO Penedès, un 46% menos; en la DO Terra Alta, un 48,5% menos; en la DO Empordà, un 41,4% menos; en la DO Pla de Bages, un 73% menos; en la DO Montsant, un 53% menos; en la DOQ Priorat, un 68% menos, y en la DO Costers del Segre, un 85% menos.
Por otro lado, a pesar del incremento de precios de compra de uva que las bodegas se han visto obligadas a aplicar por la falta de producción, la Unió de Pagesos considera que todavía no son suficientes para la rentabilidad del sector, ya que la campesinado debería obtener una rentabilidad de 4.500 euros/ha.
Otro de los problemas que han sufrido los viñedos en esta vendimia es la presencia del mildiu larvado con el aumento de las temperaturas a partir de la segunda quincena de julio, que ha acelerado el estrés hídrico acumulado, así como los persistentes ataques del mosquito verde. Todo ello ha contribuido a que la campaña sea escasa y con poco grado alcohólico.
Cosecha corta en Córdoba
En Córdoba, el presidente de la sectorial de viña de Asaja en la provincia, Juan Manuel Centella, explicó que, a escasos cinco días de terminar la vendimia en Montilla-Moriles, la producción está en 23 millones de kilos de uva.
Por tanto, será una cosecha corta que, como mucho, igualará los 26 millones de kilos del año pasado. La pasera también se encuentra con datos similares a la campaña anterior, con 10 millones de kilos.
Aun así, sin ser buena, la situación no es tan compleja como en Castilla-La Mancha o Cataluña, ya que la calidad será excelente, y aunque los precios se han quedado lejos de las expectativas van a ser mejores que los anteriores, situándose en 80-85 céntimos de euro por kilo de uva por parte de las cooperativas y en torno a 70 céntimos en las bodegas.
No se puede decir lo mismo respecto a la uva tinta, que ya supone menos de 100 hectáreas en la zona, con una producción de 600.000 kilos de uva, y desciende año tras año, porque se va arrancando. Los precios son desastrosos, en torno a los 40 céntimos por kilo de uva.
Centella informó de que se siguen arrancando hectáreas de viña y, en la actualidad, hay unas 3.800 hectáreas en la zona. Añadió que “es una asignatura pendiente de la zona potenciar la promoción, sacar lo mejor del producto, venderlo y apostar por lo nuestro”, concluye Centella.