El Boletín Oficial de Castilla y León (Bocyl) ha publicado este jueves el Programa de Actuación en zonas vulnerables a contaminación por nitratos, que prevé su entrada en vigor al día siguiente, viernes 6 de mayo, dada la importancia de la materia abordada.
En su Anexo III, el documento establece los aportes máximos de nitrógeno aplicables a los suelos agrícolas en función de los cultivos, si bien con la matización de que, cuando se esperen cosechas superiores a las indicadas, se podrán incrementar las cantidades proporcionalmente a lo esperado.
Del mismo modo, “si la cosecha esperada fuera menor, se deberá ajustar la dosis proporcionalmente a lo esperado”.
En el sector ha suscitado alguna duda la Disposición Transitoria Primera, según la cual “las prescripciones y limitaciones de la presente orden no se aplicarán sobre los cultivos ya implantados o programados en el año agronómico 2021-2022, en el momento de su entrada en vigor”.
Se entiende que el año agronómico termina el 31 de agosto de 2022, con lo que se abre el debate para interpretar qué abonado de cobertera se puede realizar sobre un maíz o una remolacha sembradas, por ejemplo, en mayo.
La norma opta por desarrollar un programa de actuación único para todas las zonas vulnerables dado que, aunque se trata de territorios amplios, “desde un punto de vista agronómico son semejantes, disponiendo de zonas de regadíos y de secano en campiñas, páramos con vocación fundamentalmente cerealista y de leguminosas y otras, generalmente próximas a los cursos de los ríos donde se cultiva principalmente remolacha, patata y maíz”.
El programa de actuación será de aplicación a las explotaciones agropecuarias y agentes externos con instalaciones ubicadas en zonas declaradas vulnerables en Castilla y León de acuerdo con el Decreto 5/2020, de 25 de junio.
El exceso de uso de fertilizantes nitrogenados (orgánicos más inorgánicos) aparece reflejado en las estadísticas del Ministerio de Agricultura, que cifran en 118.000 toneladas de nitrógeno las utilizadas cada año por encima de las “necesidades reales” de los cultivos en Castilla y León.
“Eso supone que se está produciendo un exceso de nitrógeno del orden de más de 25 kg/ha de superficie agraria útil y un gasto en las explotaciones agrícolas de aproximadamente 23 millones de euros”, según la orden de la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio.
Puedes descargarte aquí la orden que aprueba el plan de actuación.