En las últimas semanas se han registrado fuertes heladas en la mitad norte peninsular, pero no han tenido la suficiente intensidad como para controlar las poblaciones de topillo campesino.
El animal, de presencia endémica en diferentes comarcas de Castilla y León desde la plaga histórica de 2007, ha vuelto a hacer acto de presencia y sus efectos son visibles en varias zonas productoras.
Un año más, entre las áreas más afectadas está la comarca natural de Tierra de Campos, repartida entre las provincias de León, Zamora, Valladolid y Palencia.
En este último territorio hay parcelas en las que prácticamente se ha perdido la totalidad del cultivo sembrado para la campaña de 2024, lo que genera contratiempos, como la necesidad de resembrar, si agronómicamente es viable, o bien cambiar de cultivo, lo que acarrea costes añadidos.
Por ejemplo, alterar la planificación de cultivos puede suponer la pérdida de la ayuda de la PAC al desmarcarse de lo declarado.
El roedor también está afectando a parcelas que esta campaña no generarán ingresos pero sí han causado gasto.
16 años de estudios sobre el topillo
Asaja-Palencia lamenta la “falta de frutos” en 16 años de estudios del topillo campesino, desde la plaga de 2007, ya que no se ha encontrado una solución para la tranquilidad de los agricultores y de la población en general.
La organización agraria recuerda que el topillo es un vector de contagio de la tularemia y que la provincia de Palencia llegó a encabezar las tasas de esta enfermedad a nivel nacional, por lo que se trata de un problema agrario, pero también de salud pública.
El presidente de la organización, José Luis Marcos, afirma que «en el campo palentino tenemos la sensación de que los estudios se limitan, año tras año, al mero seguimiento de la población del topillo, su monitorización, pero sin analizar a fondo las posibles alternativas para el control».
En ese sentido, la reciente reunión de la Comisión de Roedores no ha aportado novedades con respecto a las recomendaciones habituales de la Consejería y del Observatorio de Plagas del Itacyl.
El fomento de determinadas prácticas agrícolas, como la siembra directa, unida a las restricciones de tipo medioambiental y el descuido de zonas que actúan como refugio —muchas de ellas, de titularidad pública—, ha motivado que este territorio se vea cada pocos años frente a esta amenaza, «que este invierno ya es una realidad y con efectos dañinos en muchas parcelas».
La organización ha reclamado a la Junta de Castilla y León que establezca un mecanismo para compensar económicamente a los agricultores de la provincia que ya se están viendo perjudicados por los topillos, presentes y visibles en varias áreas del campo palentino.
Marcos ha dirigido una carta a la Consejería de Agricultura y Ganadería para pedirle que articule ayudas económicas para cubrir daños en los cultivos que quedan al margen de la posible indemnización por el seguro agrario.
