Según el último estudio del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente titulado Caracterización del sector de producción ecológica española en términos de valor y mercado, referida al año 2015, el mercado de productos ecológicos mueve 1.500 millones de euros en España y su consumo ha aumentado un 24,5% en tan solo un año. Profesores de alimentación de la UOC analizan este incremento y las tendencias del sector.
Fruto de la demanda creciente los supermercados han empezado a introducir estos productos en sus estantes, de manera que ya no son solo las tiendas especializadas las únicas que ofrecen alimentos ecológicos. El Corte Inglés ha creado espacios específicos dentro de sus supermercados y Mercadona ha aumentado su oferta de productos como la chía o las semillas de lino. Por su parte, Carrefour ha dado un paso más al abrir, hace solo unos días, su primer supermercado de alimentación ecológica en Madrid, donde ofrece artículos procedentes de la agricultura y la ganadería ecológicas.
Sin embargo, en 2011 los alimentos ecológicos tenían una presencia muy reducida en los estantes de los supermercados y solamente representaban un 0,21 % de sus ventas en volumen y un 0,36 % en valor, tal como refleja un estudio del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino (MARM).
Los expertos en nutrición de la UOC opinan que este fenómeno responde a la demanda creciente de este tipo de productos. “A muchos consumidores, la imposibilidad de controlar los procesos de producción industrial de los alimentos les provoca inseguridad y desconfianza”, explica Francesc Xavier Medina, director de la Cátedra UNESCO de Alimentación, Cultura y Desarrollo. Pero los productos ecológicos “cubren parte de esta inquietud porque aseguran una producción y unos procesos más limpios que tranquilizan a los consumidores sobre el origen de los alimentos”, añade el profesor.
Además de tiendas especializadas y supermercados, hay que añadir el servicio a domicilio, con cajas semanales de productos variados, que a veces provienen directamente de los propios productores. Sea cual sea el punto de venta, los alimentos ecológicos cada día tienen más demanda. Los más consumidos son la verdura y las legumbres (73 %), la fruta (70 %) y los huevos (63 %), seguidos de la leche y los derivados lácteos (60 %), la carne (43 %), el pan, los cereales y la pasta (40 %) y el aceite (27 %).
El nutricionista y profesor colaborador de los Estudios de Ciencias de la Salud de la UOC Álex Vidal alerta sobre la importancia de consumir productos de kilómetro cero y de temporada si lo que se quiere es la sostenibilidad del planeta. “Si compramos un kiwi ecológico que proviene de Nueva Zelanda estaremos alimentando un modelo muy poco sostenible, ya que conlleva gastos de transporte y logísticos”. Aunque reconoce que si además de ser de temporada y de proximidad el producto es ecológico, “mucho mejor”.
Otra de las conclusiones que destaca el mismo barómetro es que la principal razón para comprar alimentos ecológicos es la salud, aunque ello implique pagar entre un 20 y un 47 % más. Según Alicia Aguilar, directora del máster universitario de Nutrición y Salud de la UOC, el precio final de estos productos es más caro porque “están fuera de los circuitos habituales de comercialización”.
Aguilar expone, pero, que “a día de hoy no se han encontrado diferencias significativas de composición nutricional entre alimentos ecológicos y no ecológicos. Donde sí se han encontrado algunas variaciones es en el nivel de residuos de plaguicidas, que es menor en los ecológicos, y en algún caso un mayor nivel de antioxidantes. Sin embargo, todavía hacen falta más estudios para valorar el impacto real que ello puede tener sobre la salud”.